Si no te sientes a gusto con la imagen que el espejo te devuelve, o si
simplemente crees que puedes verte mejor, en primer lugar, recuerda el consejo
de tu madre —y esta vez intenta hacerle caso—: “¡Siéntate con la espalda
derecha!”
Cómo verse más alta y delgada
Así es. Tomándote el tiempo y el esfuerzo de adoptar una
buena postura,
podrás lucir más alta, delgada, joven, y saludable —¡y en forma instantánea!—.
Puede que parezca trivial, pero no lo es.
Adoptar una buena postura no cuesta
nada, pero puede hacer una gran diferencia en cómo te ves y te sientes, y en
cómo eres percibida por los demás.
¿Aún tienes dudas? Cuando estás con los hombros caídos, la espalda encorvada, y
la panza abullonada, no sólo tus órganos internos se verán apretujados, sino que
debilitarás los músculos de tu espalda y de la panza.
Al adquirir una postura
recta, con los hombros alineados a tus caderas y a tus orejas, agregas algunos
centímetros a tu talla, achatas la panza, y haces que tus músculos se
fortalezcan al obligarlos a mantenerte en forma adecuada.
En consecuencia, lucirás:
-
Más alta. Si no lo consigues, ahora te diremos cómo: gira tus
hombros de
modo que tu espalda forma una línea recta. Ahora apoya tu espalda contra el
respaldo de la silla. ¿Ves la diferencia? Sin dudas, ahora luces más alta
que cuando estabas inclinada hacia delante.
-
Más delgada. Coloca una mano sobre tu panza y vuelve a inclinarte encorvada
hacia delante. ¿Ves lo que pasa? Tu panza se sale para afuera. Siéntate
derecha y desaparecerá, haciéndote lucir más delgada.
-
Más joven. El deterioro óseo es común en la tercera edad, y, por
consiguiente, también es común andar encorvado —lo que hace lucir a una
persona más avejentada—.
Asimismo, se debilitan los músculos de tu espalda y
serás más susceptible a los
dolores
cervicales y a las lesiones. ¿Qué hacer para verte y sentirte más joven?
Sentarte derecha.
-
Ganadora.
Cuando las personas están cansadas, desgastadas, frustradas, suelen adoptar
posturas desvencijadas —propias de quien ha sido derrotado por la vida—.
Cuando sientes confianza y te encuentras bien contigo misma, caminarás con
la espalda derecha y la cabeza bien en alto. Las personas ricas y poderosas
no andan encorvadas; ellas dominan el espacio con sus posturas. Tú también
puedes hacerlo.
Se trata de algo verdaderamente sencillo; algo tan sencillo de hacer, que suena
extraño que tan pocos lo hagan.
Grace Kelly, Audrey Hepburn, Jacqueline Kennedy, son algunas de las estrellas
cuya
elegancia
radicaba en su andar y en su postura recta. Dirás que todas estudiaron danzas,
es cierto (sólo intenta hacer un plié o una pirueta sin la alineación adecuada,
te reto), pero tampoco es necesario que te pases la vida dentro de un estudio de
danzas para adoptar una buena postura. ¡Hazlo y ya!
Sólo mírate de reojo en un espejo de cuerpo entero e imagina que una vara
atraviesa tu cuerpo de pies a cabeza.
Alinea tus orejas, tus hombros, y tus
caderas a esa vara imaginaria, y aprecia la diferencia de la imagen que
reflejas. Luego practica caminando y sentándote con la misma alineación por
algunos días, hasta que se vuelva algo natural para ti.
Una vez que consigas dominar esta materia, ya no podrás sorprenderte con
comentarios del tipo: “¿Has perdido peso?” o “¡Wow! Luces genial en ese vestido
nuevo.” —claro que el vestido no es nuevo, lo nuevo es tu actitud—. Recuerda: lo
único que debes hacer es adoptar una postura derecha.
Hanan
- Consultora de belleza natural, es autora de "Alimentos
para la belleza", que te enseña cuáles son los
Potenciadores de
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