Kilitos rebeldes: ¡Disimularlos y a disfrutar!
Si se tiene un cuerpo de pera (hombros estrechos, poco pecho y mucha cadera) hay que buscar llevar en la parte superior tonos claros o llamativos y para la parte inferior tonos oscuros.
También los escotes en forma de barco, ayudan a balancear. Para quienes son de baja estatura, la opción es alargar la figura con líneas sencillas y cortes simples. Pantalones entubados y faldas con largo justo debajo de la rodilla y si son cómodos, tacones altos o plataformas.
Los estampados, cortes asimétricos, drapeados y cortes de cintura baja deben dejarse de lado y optar por profundos escotes en V en blusas, camisetas, suéteres y vestidos que deben ser del talle justo ya que excederse en el talle en lugar de tapar, agranda más aún.
Las blusas de manga elástica crean la ilusión de que los brazos son más esbeltos y para disimular la pancita, las túnicas en línea A y las chaquetas con doble botonadura son aliadas incondicionales.
Y, por más que el calor se haga sentir, la variedad a la hora de elegir un saco o blazer es enorme y a veces, por no considerar determinados aspectos, terminamos optando por una alternativa que no optimiza la imagen.
Es mejor tener una sola fila de botones en la prenda si el objetivo es estilizar y alargar la figura. Pero no sólo importa la cantidad de filas de botones, sino también la ubicación de los mismos.
En el caso de una mujer con bastante busto, lo ideal es que los botones comiencen a partir de la zona de la cintura, para no llamar la atención ni agrandar la zona del busto, sino lograr el efecto contrario a la vez que se acentúa la cintura.
Los botones pueden comenzar arriba de la cintura o más cerca del busto y esto será óptimo para las mujeres que quieran agrandar la zona del busto. En tanto las solapas deben estar en proporción con la contextura de quien luzca el saco o blazer.
Un saco de solapas angostas, muy finitas en una persona de hombros anchos lo único que logrará es acentuar el ancho de los hombros. La misma desproporción se genera en una persona de hombros angostos con un saco cuyas solapas sean extremadamente anchas.
“Por ser una prenda que está cerca del rostro, se sugiere que el tono del saco esté dentro de la paleta de colores personal, a modo de contribuir a optimizar la imagen dando al rostro más luminosidad y disimulando imperfecciones.
En general, se recomienda invertir en un buen saco o blazer en un tono neutro que permitirá más combinaciones que comprar colores demasiado vibrantes o estridentes, o mismo estampados”, señala a En Plenitud la licenciada en imagen Laura Malpelli de Jordan y agrega que el largo más sentador en la mayoría de los casos es el que termina en la cadera, sin cubrirla del todo.
“Las mujeres de caderas anchas deben optar por este largo y no cubrir totalmente
las caderas ni la cola ya que esto hará que las caderas parezcan más anchas.
Tampoco se recomienda usar sacos demasiado cortos que terminen en la cintura,
dejando las caderas al descubierto porque con este tipo de prenda, llamará la
atención el ancho de las caderas”.
“Tengan en cuenta que los detalles que pueda tener la prenda (bolsillos, filas de botones irregulares o asimétricas, bordados, apliques, cintos, etc.) siempre llamarán la atención.
Por eso es imprescindible que, en caso de elegir prendas con algún detalle, éste se encuentre en una parte del cuerpo que deseemos destacar”, señala la experta para finalizar.
Por Clarisa Ercolano
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