Bucarest, Rumania: la París del Este te espera

Conocida como la “París del Este”, Bucarest, en Rumania, es el destino ideal para aquellos que adoran la cultura y la historia, y están dispuestos a conocer un lugar a la vez misterioso y sereno. Palacios, monasterios, parques y cafés caracterizan a esta ciudad, donde conviven distintos grupos étnicos...

Historia de Bucarest

Bucarest es la capital de Rumania y el centro cultural, comercial y financiero más importante del país.

Su nombre proviene de la palabra Bucur, que en rumano significa “alegre”. La historia cuenta que un hombre con este nombre fundó la ciudad hacia mediados del 1400.

El desarrollo de esta ciudad se dio en el siglo XIX. En esa época creció la población y surgió un estilo cultural extravagante y cosmopolita, que hicieron que ésta sea conocida como la París del Este o El Pequeño París.

La ciudad sufrió grandes destrucciones en la Segunda Guerra Mundial, a raíz de los bombardeos norteamericanos y del Reino Unido. También grandes monumentos históricos e iglesias fueron suprimidos por la dictadura comunista de Nicolae Ceauşescu, siendo reemplazados por edificios de arquitectura comunista.  

Turismo en Bucarest: lugares para visitar

Bucarest es una ciudad llena de parques y de amplias avenidas, la caracteriza su color verde y sus cafés al aire libre.

Entre los parques más conocidos se encuentran el Herăstrău Parque y el Jardín Botánico.

También pueden visitarse los jardines de Cismigiu en el centro de la ciudad, que poseen un lago artificial y constituyen el principal centro de recreación de Bucarest.

La arquitectura variada de esta ciudad, ofrece una interesante mezcla de estilos góticos, imperiales, comunistas y modernos.

Entre los edificios que se pueden visitar, se destacan las ruinas del Palacio de Vlad Tepes del siglo XV. Éste fue el fundador de la ciudad y la inspiración del personaje de Drácula.

También hay Iglesias ortodoxas para ver como la Patriarcal y la Stavropoleos, monumentos comunistas, y el impactante Palacio del Parlamento, que le sigue al Pentágono por su grandeza.

La ciudad tiene importantes museos que merecen ser visitados, como el Museo de la Aldea al aire libre, el Museo Nacional de Arte y el Museo Nacional de Historia. Además, se puede visitar el Ateneo Rumano, de estilo neoclásico, y de paso acudir a un concierto internacional. 

Son de gran atracción turística los antiguos palacios y monasterios que se encuentran en las afueras de la ciudad, rodeados de bosques y lagos. Entre ellos está el monasterio torrejón de Snagov y el Palacio Mogosoaia.

Donde comer en Bucarest

Las comidas típicas de Bucarest incluyen asados de ganado, pollo y credo. También hay una variada especialidad de pastelería de postre. Los vinos nacionales son de buena calidad, así como la “Tuica” que su bebida nacional.

En general, la comida es barata y los establecimientos son de ambiente agradable, incluyendo a veces sonidos de música gitana.

Se recomiendan Amsterdam Grand Café (cafetería, bistrot y club privado de tres plantas), Market 8 (café con terraza interior, exposiciones y libros), Embryo (antiguo punto de encuentro de intelectuales) y Count Drácula Club (restaurante temático a la orilla del río).

"Bucarest nights"

La noche de Bucarest es bastante activa. Posee varios cafés y pubs donde acudir, así como discotecas y cabarets.

Se recomienda salir por los locales que se encuentran alrededor de la Piata Universitatil, como Gara Lipscani, Jazz Café y White Horse.

Para las altas horas de la noche, están Bar Fly, Fire Club, Salsa y Flamingo. Otras opciones son Myth 1474 y Temple, que tienen un estilo propio, ubicándose en sótanos bajo tierra.

Artículo redactado por Quehoteles.com

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