Amamos sentarnos en un café y pedir un latte. No sentamos y
en cuestión de minutos ya tenemos nuestro café perfecto.
En ese momento lo disfrutamos y nos preguntamos, ¿Cómo
consiguieron traerme esta obra de arte? Por supuesto que hay cierto merito del
mozo o barista que nos atienda, pero los premios se los lleva la máquina de
café, por lo general.
Tomamos otro trago de nuestra taza. Saboreamos por supuesto,
pero ya comenzamos a maldecir por no poder hacerlo nosotros mismos.
Bebemos el resto del contenido, aun con una sonrisa que
desaparece cuando tomamos el último sorbo.
Pides la cuenta, y en ese momento el esbozo de sonrisa que
quedaba, desaparece. Abonas, sin poder creer lo que cuesta pero sabiendo que vas
a volver a consumirlo porque, ¡es delicioso!
Vuelves y repites la historia, siempre con la misma duda: ¿y
si lo hiciera yo mismo?
¡Claro que puedes! Sin maquinas carísimas, cursos prolongados
ni una billetera abultada.
Ingredientes
-Café espresso o cualquier café intenso
-Leche descremada
-Cacao en polvo
Equipamiento
-Taza de café (amplia)
-Jarra con su tapa
-Cuchara
Instrucciones
1. Prepara el café normalmente sin diluirlo. Puedes comenzar
con 1/3 de taza y luego agregar si prefieres.
2. Bate la leche. Coloca la leche en el jarro hasta la mitad
y bate tan fuerte como puedas al menos 30 segundos.
3. Calienta la leche en el microondas por 30 segundos.
4. Vierte el espresso en la taza larga y agrega la leche.
Posteriormente, con una cuchara adhiere la espuma lograda.
¡Eso es todo! ¿Qué esperas para disfrutar de tu latte casero?