En la
Grecia
actual como en el mitológico monte Olimpo se sigue comiendo como los dioses la
comida es una variedad de pescados, aceite de oliva, aceitunas(curadas con
hinojo, ajo, semillas de coriandro, chiles, orégano y un toque de menta),
cordero, muchos granos, un toque picante de medio oriente, berenjenas, frutas y
muchos quesos artesanales de cabra y oveja. Grecia ocupa el primer lugar en la
Unión Europea en el consumo de quesos.
En cuanto a la técnica de preparación
de los vegetales, hay una tradición que arranca de las épocas en que Turcos y
Venecianos, explotaron al pueblo Griego entre los siglos XV y XIX.
Las
poblaciones huían de los invasores, ávidos de tantos puertos naturales, al
interior a las montañas, y se alimentaban, de las verduras silvestres, las
cuales cocinaban de las más variadas e improvisadas formas, pero que preparaban
y aun hoy preparan, con cebolla, tomate y especias, aderezadas con limón,
aceite de oliva, orégano y ajo.
La cebolla sigue siendo un clásico en la
alimentación, lo mismo que el aceite de oliva, de cuya producción el 80% se
procesa en aceite extra virgen.
Aquellas poblaciones fugitivas, junto a los
pueblos naturalmente nómades y a los pastores de las montañas, dejaron el pan
pita, típico pan griego (también de casi todo oriente medio) que en sus orígenes
constituía la masa de un pastel con el cuál acompañaban el arroz, el queso
feta (variedad de queso muy popular) o el alimento conque la naturaleza los
proveyera. Cualquier producto comestible, ellos lo han convertido en una sana
dieta Mediterránea.
El
primer contacto con la gastronomía griega el turista lo tiene cuando se sienta
en un restaurante típico, le traen a la mesa un vaso de Ouzo, licor de anís
con agua helada, enseguida la mesa se llena de Mezzes, platillos de distintas
preparaciones, que son un deleite para el paladar, entre las que se destacan,
pastas de vegetales y ensaladas, por supuestos muy bien sazonadas.
La sorpresa
viene en el momento de elegir el plato en muchos restaurantes típicos, el
cocinero invita al comensal a su cocina y le hace probarlos platos que llevara a
la mesa.
Todo
en un clima festivo y alegre como el sol de Grecia. Este país adaptó su cocina
a sus fríos y nevados inviernos, con comidas de mucho valor calórico,
compuesto de carnes estofadas, pescados muy condimentados, etc. y a sus tórridos
y soleadísimos veranos, donde se come mucho Tzatsiki (se come también en
invierno acompañando otros platos) que es una ensalada de yogurt, pepinos y
ajo, la Taramasalata, ensalada de huevas de bacalao con papas, o la ensalada de
queso feta y aceitunas, sin contar las infinitas formas de preparar sus pescados
y mariscos, sus ya internacionales Souvlaquia (brochetas de cordero) y el
Moussaka.
No se abandona Grecia sin haber probado el Baklava confitura hecha con
masa fila, nueces y miel.
Fuente:
www.mujerbonita.com