AGORERA
Tienen que ser encantos de agorera
si el que mira en el fondo de la taza
se fuga para verle, de su casa:
sonrisa de abalorio, tempranera.
La dicha se me torna en primavera
porque el modo de hallarle se desfasa
Y la cara del sol, con prisa traza
su cascada de luces mañaneras.
Contento de encontrarle voy inmerso,
de los limbos gloriosos de la tierra,
a sembrar de este amor, el universo.
Y si el cielo me gana en esta guerra
voy a buscar el resultado inverso
en los ojos azules de mi güera.
BESOS
TEGUNA
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