Y así es la vida, y así funciona. Tenemos órganos especializados para ello y normalmente los usamos durante la mayor parte del día. De allí que lo más natural, viviendo en un contexto social como es el de la mayoría de nosotros, es que observemos más o menos analíticamente la apariencia física de nuestros congéneres... y ellos la nuestra.
Es cierto que la mirada del otro muchas veces resulta juez implacable de nuestro aspecto, que decir de nuestro comportamiento y otros detalles más sutiles.
También es cierto que está en nosotros lucir de acuerdo a nuestra "moda interior", y sentirnos a gusto con nosotros mismos. no basta sentornos bién... a quien le gusta sentirse simplemente... bien?
En una relación, nos conformamos acaso con sentirnos... bien?
Acaso nos conformamos con un... buen sueldo?
Respecto a nuestros hijos... queremos que en la vida les vaya... bien?
Excelente es otra opción. Hagamos el ensayo: busquemos sentirnos bién... ahora sintámonos EXCELENTE!!!
Notan la diferencia?
Para lucir EXCELENTE no es necesario acudir a la tienda del diseñador de moda, pero sí es menester que estemos atentos a nuestras respuestas internas. Que me dice mi organismo? Como reacciona mi rostro ante tal o cual prenda? Que atuendo me hace sonreir? Que zapatos me hacen flotar? Que pantalón me hace sentir EXCELENTE???
El sentirse bién es muy poderoso. Si te sientes bien contigo mismo, eso mismo lo transmites a los demás.
Imagina a alguien que se siente inconforme consigo mismo: imagina como es su mirada, imagina su sonrisa si es que la hay, imagina lo que te hace sentir ese "espejo"...
Ahora imagina a alguien satisfecho de sí mismo: siente como de inmediato tu rostro se ilumina, imagina su sonrisa y su mirada, imagina su tranquilidad... siente ese efecto en tí.
Ahora imagina que te sientes satisfecho contigo mismo, te gusta como luces, te gusta como eres.
No es requisito indispensable para vivir, el verse bien... pero vaya que ayuda, y vaya que se disfruta.
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