Me parece lamentable que entre las mujeres continuemos fomentando nuestro aspecto como elemento fundamental por el que se nos va a valorar.
Todos hemos sufrido en algún caso los comentarios despiadados de la gente. Todas las excusas son buenas para criticar a los demás; ropa, complementos, sobrepeso, acne, arrugas, coche, amigos, barrio, clase, sexo, color de piel... Y normalmente estas críticas surgen en contextos que no tienen nada que ver con la tarea o función que uno desempeña. Que tendrán que ver los pechos de la professora con su capacidad de enseñar?
Que un@ lleve zapatos de deporte no deberia hacernos desconfiar, podriamos perdernos algo importante! Las apariencias enganñan y a veces uno es más de lo que lleva puesto. Aprendamos a valorar a la gente por lo que és y no seamos tan superficiales. Ningún curso sobre esto?
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