Sanidad por Cristo
> Por: CLMONICA
> 15:28 Hs, Miércoles, 23 de Marzo 2011
Muy ilustrativa su exposición. La revisión de cada detalle puede no ser necesaria si contamos con una persona que es capaz de perdonar/perdonarnos y llevar toda esa carga de frustración y dolor. Creo que ningún terapeuta, trabajando en el área mental, tiene la capacidad para llevarse la carga (y hacer libre) a la persona que fue víctima o practicó alguna de las atrocidades de las cuales Ud hace mención. Opino que poner esmero especial en recordar detalles del pasado es una herramienta más de sadismo que no conduce al fin de olvidar y sanar sino por el contrario de re-vivir una y otra vez la situación traumática que se pretende dejar atrás. Las instituciones y el Estado no intervienen porque no saben cómo o no tienen con qué. Las iglesias oficiales no intervienen porque se olvidaron del motivo por el cual existen y del mandato que les dio Jesucristo que es el de predicar la NOTICIA de que Cristo es el Hijo Único, enviado por el Padre, que se entrego por la humanidad parar pagar el precio por el rescate del hombre, sumido en la miseria de su esclavitud con el pecado. Que Cristo es el Camino, la Verdad y la Vida, que no se va al Padre sino por El. Que es el SANADOR, el LIBERTADOR y el que nos da PAZ y VIDA en abundancia. Las personas enfermas (que forman la sociedad enferma) necesitan del médico –Jesucristo. Por NO conocerlo ( lo conocerán si nadie les predica…??) recurren a rituales espirituales en su desesperada búsqueda por unirse con la Verdad que el hombre ha venido buscando por miles de años... que lo conecta con Dios. Dios es Espíritu y Verdad. Los hombres somos un espíritu que tiene un alma y que mora en un cuerpo. La mente, la razón y las emociones están en el área del alma. Cuando el alma se enferma, afecta al cuerpo, y este se enferma. Si el espíritu está enfermo, enferma al alma y está enferma al cuerpo. La raíz de la enfermedad está en el ESPIRITU. Los tres se relacionan y forman una unidad. El orden para funcionar en armonía es: Espíritu- alma- cuerpo y el espíritu correcto, el que desea las cosas buenas es el que proviene de Dios. Todo lo que proviene de Dios es bueno. Porque por definición Dios es AMOR y no hay mal en El. El que no está con Dios, en contra de Él está. Dios nos hace amar a los demás, estar alegres, vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de esto. Todo el mundo conoce la conducta de los que obedecen sus malos deseos: no son fieles en el matrimonio, tiene relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos. Adoran a dioses falsos, practican la brujería y odian a los demás. Se pelean unos con otros, son celosos y se enojan por todo. Son egoístas, discuten y causan divisiones. Son envidiosos, y hasta matan; se emborrachan, y en sus fiestas hacen locuras y muchas cosas malas. (Extraído del libro a los Gálatas, cap 5, escrito por el apóstol Pablo aprox. en el año 49dC.



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