Cuando
usted empieza de cero, puede parecerle una tarea enorme el recabar información
sobre sus
antepasados.
Sin embargo, investigar su historia familiar puede ser un
proyecto grande o pequeño según lo que usted quiera. Todo depende de cuántas
generaciones atrás quiera ir y de cuánto tiempo le quiera dedicar a la tarea.
Pero
a no desesperarse, reunir información genealógica
es al principio normalmente
bastante simple, ya que se empieza por los parientes que le son cercanos.
Usted
ya debe conocer mucha información de sus parientes íntimos. Si no es así,
necesitará preguntar. Aún cuando crea que sabe, sería igualmente una buena
idea verificar los lugares y las fechas de los recuerdos rememorados.
Lo
primero que usted querrá hacer, es registrar la información genealógica básica
que usted conoce acerca de sus parientes más cercanos.
El mejor lugar para
empezar a recabar la información es la generación más reciente; es decir
usted, sus niños, o quizás sus nietos. Su interés será reunir datos como
nombres completos, fechas y lugares de nacimiento, fecha y lugares de
casamiento, fechas y lugares de fallecimientos y otros.
Tome estos datos y anótelos
en el Árbol Familiar que está confeccionando. Cuando concluya la búsqueda de
información sobre usted y cualquier generación más joven, entonces podrá
continuar el trabajo siguiendo con sus padres, luego con abuelos, y así
sucesivamente, tan lejos como pueda recordar.
Luego,
podrá solicitarles a los miembros de su familia cualquier información
adicional que ellos puedan recordar. Si no puede hablar con ellos directamente,
llámelos por teléfono o escríbales una carta.
En la confección de su Árbol
Familiar, puede imprimir las hojas que tenga en blanco del grupo familiar, para
enviarlas a sus parientes o llevárselas en el momento en que estén disponibles
para brindarle información.
Cuando hable con sus familiares, buscará que le
brinden o verifiquen la información sobre ellos mismos, pero también podrá
consultar datos de otros parientes.
Por ejemplo, si sus abuelos no están vivos,
pregúntele a sus padres por ellos. Incluso puede consultarles por sus
bisabuelos.
Hable con sus tías, tíos, primos, y con tantas otras personas de
su familia como pueda. Otra fuente de información familiar puede ser interrogar
a amigos cercanos de la familia.
Además
de pedirles nombres, fechas, y lugares a los miembros familiares, pregúnteles
si conocen la existencia de viejos libros familiares, cuadros, u otros archivos
de la familia.
Cualquier información que pueda recabar de los recuerdos y
objetos familiares significa menos esfuerzo de investigación que realizar al
principio.