Si
disponemos del espacio acotado de un departamento o en un lugar determinado en
un pasillo, terraza o patio, es fundamental saber elegir una maceta y dónde
ubicarla.
Más allá
de su tamaño, una maceta deberá contar con espacio suficiente para que las
raíces crezcan libremente y en las condiciones climáticas aptas.
Los materiales
pueden ir desde el cemento al plástico, fibrocemento, la terracota, barro
mendocino, fibra de vidrio, metal, etc. En balcón y terrazas se recomienda el
fibrocemento o fibra de vidrio: no son pesadas y resisten el
calor, el frío y
el viento.
Si se quiere colocar más de una, dejar un espacio de 80 cm entre cada
una, y no elegir plantas de gran follaje, para que el lugar no se vea abarrotado
de vegetación. También es aconsejable elegir macetas de igual material y colores
claros.
Interiores: es muy importante considerar los muebles y su estilo. Las macetas
deberán respetar sus ángulos, recomendándose tanto para muy modernos o antiguos,
macetas sin relieve, de colores sobrios.
Si hay poca iluminación, utilizar
colores claros. Si por el contrario, es un ambiente muy iluminado, preferir los
oscuros.
Si el espacio es mayor, y se dispone de
verde y un espacio con tierra,
se puede pensar en un cantero, esto es un macizo de plantas conformado por dos o
más especies que se ubican en forma estratégica para lograr un punto de interés
dentro de un jardí.
En tiempos como los que vivimos en que el verde es difícil
de encontrar en la ciudad, nada como incluir plantas en casas y departamentos.
Brindan armonía y descanso a la vista.
En jardines, balcones o terrazas, los
canteros y macetas realzan el lugar. Para elegir el más conveniente, es
importante considerar el clima.
Las flores, árboles y arbustos requieren
distintos cuidados, y es fundamental colocarlas en el sitio y recipiente
correctos.
Combinar las plantas de un cantero requiere tanto buen gusto y
combinación de colores y tamaños, así como el conocimiento de las plantas y su
comportamiento en las diferentes estaciones, además de clima y suelo.
Cada uno
debe crear su propia composición de acuerdo a los condicionantes de cada
espacio. Al encarar este proyecto tomarán parte temas importantes como color,
luz, forma, textura y, por supuesto, los requerimientos de cultivo de cada
ejemplar.
Será
importante tener en cuenta la variedad de especies que plantemos; es decir que
deben tener casi las mismas condiciones de desarrollo, crecimiento,
requerimientos y mantenimiento. El suelo deberá ser el adecuado, rico en materia
orgánica, nutrientes y con buen riego y drenaje.
Se pueden
armar canteros de distintos tipos: con arbustos, con plantas perennes, con
gramíneas, de bulbos, con anuales o flores de estación, entre otros.
El estilo
estará determinado por factores como los componentes y diseño del jardín, y
también es el estilo arquitectónico de la casa, si hay cerca una piscina o no,
los colores de paredes y texturas utilizadas en todo lo que es construcción.
El diseño
de un cantero dependerá exclusivamente de la importancia que se le quiera dar.
Pueden ser circulares, rectangulares, cuadrados o asimétricos.
También,
podrán ser construidos en cemento, ladrillo o delimitados por troncos o piedras,
sobre terrenos elevados o llanos. Es importante que tengan fácil acceso al
riego.
En cuanto a la disposición de las plantas, debe tenerse en cuenta la
altura final que alcanzarán, y en base a esto ubicarlas en forma escalonada.
No
es aconsejable mezclar colores cálidos y fríos y, si se desea enaltecer el
lugar, una buena opción es combinar distintas gamas de un mismo tono. Para
bordear una piscina, nunca colocar flores con perfume, dado que atraen insectos.
La inclusión de árboles en un cantero servirá como cortina para el viento, y
permitirá jugar cromáticamente, plantando a su alrededor flores que realcen el
verde de las hojas. Si no se cuenta con tiempo de cuidado suficiente, los
arbustos son otra buena alternativa.
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