Estamos
acostumbrados a emplear términos relacionados con las emociones para referirnos
a un tipo u otro de película.
Así, podemos invitar a unos amigos a ver una peli
“de risa” o podemos quedar con nuestra pareja para ir a ver una película “de
amor”; pero no solemos utilizar el cine con otro valor que el del
entretenimiento.
Sin
embargo, las películas pueden utilizarse como una herramienta de transmisión de
valores culturales, estéticos e incluso prosociales.
En el siguiente artículo te
aportamos varias claves para que puedas utilizar las películas que ves con tus
hijos con valores educativos.
Educar en
valores con películas no significa simplemente ver la película
Hablar
con los hijos de un tema que les preocupa y conseguir abordarlo sin que se
sientan intimidados no es tarea fácil para los padres, sobre todo, si estamos
hablando de hijos adolescentes.
Sin embargo, cuando toda la familia se sienta a
ver una película, se crea un clima de empatía en el que los sentimientos están a
flor de piel y el diálogo surge casi sin quererlo.
Para que
ver una película con los hijos tenga el resultado que esperamos debemos realizar
una serie de acciones específicas.
A continuación se mencionan los consejos que
siempre recomendamos a padres y educadores para que consigan el objetivo que
pretenden al ver la película, que no es más que acercarse a sus hijos y poder
hablar de los temas que les preocupan de forma transparente.
1. Antes de elegir la película, dedica un
momento a ponerte en la piel de tu hijo
Esto significa que reflexiones acerca de la
perspectiva que tiene tu hijo acerca del tema que quieres tratar, a sus cinco,
doce o dieciocho años de edad.
2. Dedica un tiempo a investigar sobre la
opinión que tiene el público infantil o juvenil acerca de la película que vas a
ver
Ten en cuenta que hay películas como Diarios
de la Calle que los adolescentes encuentran irresistible, pero quizá no
estén tan maduros para ver Hijos de un Dios menor.
3. Interrumpe la película cada vez que tu hijo
o hija tenga un comentario que hacerte y de vez en cuando aporta tú los tuyos
propios
Pero evita tratar de adoctrinarle con moralinas
o reflexiones forzadas que le despisten del verdadero mensaje que quieres
transmitirle u obstaculicen la posibilidad de diálogo abierto.
4. Deja que tu hijo o hija hable de la película
en sus propios términos
Una vez que tu hijo empieza a comentarle a sus
amigos o a familiares cercanos acerca de la película que vio recientemente
contigo, no lo estropees haciendo comentarios acerca de sus pobres habilidades
para resumir o de las patadas que le da al diccionario.
Respeta la forma
en la que se expresa tu hijo si quieres ganarte su respeto y recuerda siempre
con qué objetivo viste la película.
5. Si te pide repetir la película, haz un
esfuerzo y ve la película de nuevo
Muchas veces, los niños nos suplican que los
llevemos a ver una y otra vez la misma película del cine, en el caso de mi
hermano pequeño, tuve que ir a ver el Rey León cinco veces en un mismo
año.
Puede que inconscientemente estén utilizando la película para resolver
dudas acerca de cómo funciona el mundo de los adultos o bien, para conectar con
emociones bloqueadas. Así que, en la medida de lo posible, repite la película
las veces que haga falta.
Como
podrás darte cuenta, esto de ver películas con los hijos es toda una ciencia.
Pero algo si es cierto, el cine es un arte que pretende provocar una reacción en
los espectadores, principalmente de tipo emocional.
Por ello, debemos elegir
cuidadosamente las emociones que queremos despertar en nuestros hijos para
hablar de temas concretos con ellos si queremos abordarlos de forma natural y
sin presiones.
Por Jenny
Guerra Hernández
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