Un negocio propio es el mejor contexto para que sus hijos adquieran habilidades
emprendedoras y una educación financiera sólida.
¿Por qué querría enseñarles a sus hijos cómo tener un negocio propio?
La respuesta es simple: porque es muy probable que ellos no lo aprenderán en
ninguna otra parte si usted no se los enseña.
Considere por un momento todas las lecciones que sus hijos aprenderían al tener
su propio negocio, por muy pequeño e insignificante que sea:
·
Aprenderían el importante concepto de ver una necesidad y suplirla. Esto les
ayudará a discernir oportunidades de negocio a futuro.
·
Darían rienda suelta a su creatividad al tratar de satisfacer una demanda
·
Desarrollarán su espíritu emprendedor y sus habilidades administrativas
·
Adquirirían las habilidades necesarias para manejar el dinero con sabiduría
·
Cometerán muchos errores importantes en una etapa de la vida en la cual estos no
son tan perjudiciales
·
Aprenderán principios básicos de contabilidad
·
Vencerán su timidez y el temor al rechazo al tratar de vender su producto
·
Sentirán la tremenda satisfacción de poder producir dinero con sus habilidades y
talentos
·
Aprenderán a una edad muy temprana cuales son sus fortalezas y cuales son sus
debilidades
·
Acompañado de una fuerte enseñanza en valores, aprenderán a usar sus recursos
para el bien de otros
En fin, son suficientes argumentos para que considere enseñarles a sus hijos
cómo tener su propio negocio. La mejor manera de aprender algo es haciéndolo,
especialmente en el caso de los niños. Incentívelos a tener su negocio propio.
¿Cómo le va a enseñar si usted mismo jamás ha tenido un negocio propio?
No es difícil, ya que los niños son emprendedores innatos. Sólo tiene que
incentivarlos y darles ideas de negocios que son factibles de realizar a su
edad:
·
Elaboración y venta de productos caseros cómo galletas, chocolates o mermeladas
·
Servicios de aseo, jardinería, corte de pasto
·
Comprar al por mayor y vender al detalle (por ejemplo: dulces, golosinas)
·
Producir y vender hortalizas
·
Tener animales y vender cachorros, huevos, carne, etc.
·
Dar clases de alguna habilidad que tengan
Una vez que su hijo esté entusiasmado con un proyecto de negocio, solo tiene que
permitirle suficiente tiempo para que pueda desarrollarlo.
Quizás es el momento
de reevaluar actividades extra-programáticas que le quitan mucho tiempo y que no
sean tan importantes. Muchas veces estas actividades solo alimentan la
indulgencia consigo mismo.
Recuerde que usted les está dando a sus hijos la
oportunidad de aprender habilidades valiosas que pueden impactar su futuro
poderosamente.
En el colegio no lo aprenderán todo
Usted seguramente es un padre que con gran sacrificio y dedicación le está
tratando de dar la mejor educación posible a sus hijos.
En la mayoría de los
casos, eso significa mandarlos al mejor establecimiento educacional posible.
Sus esfuerzos son loables, pero debe comprender que cualquier colegio, por muy
bueno que sea, solo va a suplir una parte de la educación que sus hijos
necesitarán para vivir una vida exitosa.
s hijos como tener
un negocio propio va a ser diferente al enfoque que tendría con un negocio suyo.
Aunque es importante esforzarse para que el negocio tenga éxito, el fin va a ser
netamente educativo. Es importante tener esto en mente desde un principio, ya
que nosotros los adultos nos enfocamos demasiado en el producto final cuando lo
relevante es el proceso del aprendizaje.
Nos gustan las buenas notas, las
distinciones y los diplomas, pero no nos fijamos en lo que sucede en el
corazón del niño mientras que asimila todos estos nuevos conocimientos.
El proceso es mucho más importante que el producto final. Un proceso de
aprendizaje sano debe tener los siguientes ingredientes: motivación propia,
entusiasmo, enfoque, individualismo, estar relacionado con la vida real,
productivo y debe proveer una experiencia de éxito más allá de una nota o el
consentimiento de usted.
El niño debe comprender que se ha superado en un área
de aprendizaje y que lo puede volver a lograr en cualquier otra instancia.
Proporcione experiencias de la vida real
Esté preparado para hacer cosas poco convencionales con sus hijos. Por ejemplo,
para que aprendan a negociar, ¿qué mejor lugar que el mercado local para que
aprendan a debatir sobre el precio de sus productos?
Nosotros hemos llevado a nuestros hijos a una feria local en la cual venden sus
pollos y ropa usada. En ese contexto tan poco elaborado, pero real, han ganado
muchas experiencias valiosas.
Fuera de aprender a sacar el mejor precio para sus
productos, aprendieron a cuidar sus cosas, ya que les robaron una bolsa completa
de mercadería en una oportunidad.
Teniendo siempre en cuenta su
edad y vigilándolos de cerca, hay muchas
oportunidades en las cuales pueden aprender lecciones de la vida real.
Siguiente: Educando a los
emprendedores desde niños
Si quieres aprender a vender como los mejores, te sugerimos
inscribirte ahora en nuestros cursos gratis
(haz clic en el nombre del curso de tu interés):