Cómo enseñar a tu perro a hacer sus necesidades

Aprende técnicas efectivas para enseñar a tu perro donde debe hacer sus necesidades


Esta es la Clave para enseñarle rápidamente cuál es su baño:

Es muy
importante saber cómo enseñar a un
cachorro a hacer sus necesidades  en el lugar
apropiado y así mantener la casa limpia y sin riesgos de contaminaciones.

Los
perros no son sucios por naturaleza, de adultos normalmente buscan orinar y
defecar fuera de su área de dormir y de alimentación.

Los perros odian ensuciar
su lugar de descanso; sin embargo un joven cachorro con sus intestinos y vejiga
más activos puede resultar un poco problemático.

Los
cachorros que se han criado en un mal ambiente, que viven hacinados en cuartos,
pueden resultar bastante difíciles de enseñar.

Cuando compramos un cachorro lo
ideal sería que el propietario original le haya proporcionado un medio ambiente
limpio, con alimentación independiente, baño y áreas de dormir.

Los
cachorros tienen una tasa de
aprendizaje rápido y eficiente
y puede comprender
lo que se les enseña. Es necesario inculcarles un sentido del ritmo y calendario
a partir del día de traerlo a casa.

Para
poder enseñar a un
cachorro a hacer sus necesidades
se debe suministrar la
alimentación a la misma hora cada día, y llevar a cabo otras actividades en
determinados horarios. De esta manera tu cachorro crecerá hasta ser un obediente
y disciplinado perro.

Al
llevarlo a dar un paseo hay que darle la orden de que
realice sus necesidades en
el césped y por medio de la repetición se irá acostumbrando a esta orden.

Un
entrenamiento con éxito en este sentido puede demandar un par de meses más o
menos. Hay que ser muy paciente y no castigarlo y golpearlo si no obedece a
nuestras ordenes.

Sólo
tienes que colocarlo de nuevo en lugar que has elegido para sus necesidades
hasta que vaya comprendiendo lo que queremos enseñarle.

Lenta pero
progresivamente el cachorro aprenderá a llevarse bien con alimentación
independiente, baño y áreas de dormir. Con el tiempo aprenderá a mantenerse
limpio.

Habrás
notado que si ya has aprendido cómo enseñar a un cachorro a hacer sus
necesidades es muy evidente como una vez que ha aprendido nunca más hará sus
necesidades donde no corresponda.

Recuerda siempre que 10 minutos luego de comer
ya estará buscando dónde defecar; es ahí donde tienes que estar atento para
guiarlo hacia el lugar correcto.

No esperes que tu cachorro esté completamente
educado en los hábitos higiénicos hasta que cumpla por lo menos seis meses.
Hasta esa edad, los perros no tienen control total sobre su vejiga urinaria.

Es útil
darle alguna recompensa como por ejemplo, algunos de sus bocadillos preferidos
cuando realiza lo que estamos intentando enseñarle, juntamente con algunas
palabras de elogio y cariño. Esto se llama refuerzo positivo.

Para  
enseñar a un
cachorro a hacer sus necesidades
el adiestramiento con papel no
es la mejor manera de hacerlo, pero es una manera efectiva  cuando no puedes
supervisar a tu perro las 24 horas del día.

El adiestramiento con papel también
te será útil si vives en un departamento y no puedes sacar a pasear a tu perro
por lo menos tres o cuatro veces al día. Así, tu perro podrá tener un baño en
casa.

Tienes
que empapelar el piso del cuarto con tres o cuatro capas de periódico. Todo el
piso. Como tu perro va a estar libre en ese cuarto, se acostumbrará a hacer sus
necesidades sobre papel periódico.

De ahí el
nombre de “adiestramiento
con papel
”. A medida que pase el tiempo, te darás cuenta que tu
cachorro prefiere algunos lugares para hacer sus necesidades.

Cuando notes esto,
puedes empezar a reducir el área empapelada. Primero quita algunos periódicos
del lugar más lejano a aquellos que tu perro ensucia. Es decir, si tu perro
ensucia al fondo, retira los papeles de la entrada.

Después,
quita más periódicos cada día, pero no apures mucho esto. Si tu perro ensucia
algún lugar que no está empapelado, es porque has quitado los papeles muy
pronto. En ese caso, vuelve a empapelar una superficie más grande, o incluso
todo el cuarto.

Cuando tu
perro se haya acostumbrado a hacer en un área pequeña, puedes empezar a mover
los papeles hacia donde tú prefieras.

Muévelos lentamente, no más de tres
centímetros por día, hasta el lugar que tú hayas elegido. Eso sí, no acerques
los papeles a su cama o a sus recipientes de agua o comida. Si haces eso, tu
perro dejará de hacer sus necesidades sobre los papeles.

Sin
importar qué métodos uses para enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades, en
algún momento tendrás que limpiar algún lugar de tu casa.

Así que mejor consigue
un producto que neutralice el olor de la orina. Puedes encontrar muchos
productos para esto en las tiendas para mascotas.

Asegúrate que el producto que
compras no tenga amoníaco porque no te servirá, por el contrario atraerá al
cachorro para que orine.

Vamos
ahora a ubicarnos en el pensamiento de tu perro. Supongamos que tu perro orina
la alfombra. Lo descubres en este acto y lo regañas fuertemente por haber
orinado la alfombra, recordemos que le estás hablando en un idioma que él no
entiende, sólo comprende tus gestos corporales y faciales de agresividad.

Lo que
tu perro interpretará no es que lo prohibido es orinar la alfombra, sino que lo
prohibido es el acto de orinar en sí. Como respuesta a esto de aquí en más tu
perro evitará orinar delante de tu presencia.

Aguantará todo el tiempo que le
sea posible. Pero cuando ya no soporte más orinará a escondidas, ya sea en un
rincón, en otra habitación, o aprovechando tu ausencia, e incluso podrá hacerlo
sobre la misma alfombra a condición de que no estés presente.

El
problema que tenemos ahora es que tu perro tratará siempre de orinar fuera de tu
presencia, esto te priva de la posibilidad de corregirlo en el futuro, con lo
cual, lejos de haber corregido el inconveniente inicial, hemos agravado la
situación.

Ya que mientras tu cachorro realice sus actividades sanitarias fuera
de tu presencia, no estarás en condiciones de enseñarle cuál es el lugar
correcto para hacerlo. Esto es lo que se hace generalmente cuando se intenta
como enseñar a un cachorro a hacer sus necesidades.

Se lo
confunde de tal manera que el cachorro termina haciendo sus necesidades
fisiológicas siempre fuera de la vista del amo.

La interpretación que el dueño
hace de todo esto, es que el cachorro sabe que no debe orinar la alfombra, y por
lo tanto siempre lo hace a escondidas, como si lo hiciera con culpas.

La idea
es que jamás se debe regañar a un perro por orinar, y no importa el lugar donde
lo haga, porque el perro interpretará que el regaño se debe al acto en sí de
orinar, y no al lugar en el cual lo está haciendo.

Lo que se debe hacer es
trasladar con total amabilidad al cachorro al lugar en el cual sí puede orinar.
Pero siempre con amabilidad y sumo cuidado.

Debemos aprender a manejarnos con el
lenguaje canino, aplicar las técnicas adecuadas, que requieren paciencia, pero
que son las que nos harán llegar más rápidamente a nuestro objetivo.

Si no
actuamos de esta manera el cachorro de aquí en más realizará todas sus
necesidades fuera de nuestra presencia y será muy difícil poder corregirlo.

El
cachorro orina porque es una necesidad fisiológica. Regañarlo cuando está
orinando es regañarlo por el acto de orinar en sí.

El cachorro no interpretará
que el regaño es por el lugar donde orina, sino por el hecho de estar orinando.
Interpretará que está prohibido orinar, y como no puede sobrevivir si no orina
lo hará a escondidas.

Nunca jamás se debe regañar al cachorro cuando está
orinando, porque de hacerlo así el problema se prolongarán por mucho más tiempo
del que debiera.

Es poco
realista esperar resultados inmediatos, pero si aprendes adecuadamente cómo enseñar a un cachorro
a hacer sus necesidades
él siempre estará presto a colaborar con
nosotros, ama complacernos. Ten paciencia.

Por Dr.
Jose Arca
Médico veterinario, autor de "
Cómo
educar tu perro paso a paso
"


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