¿Piensas en tomar un curso por correspondencia? ¿Tu jefe te ha anotado en uno? Felicitaciones, ahora tienes la posibilidad de ser un mejor profesional. Pero… un momento, ¿con cuantos puntos calificarías a tu fuerza de voluntad? En cualquier caso, lo primero que harás es buscar un enunciado que resuma tu actitud frente a los desafíos.
¡Vive, aprende y prospera!
“¡Vive, aprende y prospera!” Aunque pueda parecer una frase armada, muchos empresarios exitosos adoptan este enunciado a modo de live motive. A partir de ahora, tú también.
El aprendizaje es una actividad que se puede llevar a cabo en varios y distintos ambientes, pero el gran desafío, en un mundo tan cambiante como en que nos toca vivir, es encontrar el tiempo y el lugar indicados para realizarlo.
Muchos trabajadores encuentran complicado, costoso e inconveniente asistir a cursos de aprendizaje dictados en espacios físicos como aulas. Asimismo, cada día son más los empleadores que entregan a sus subordinados manuales o guías de cursos dirigidos con temas relacionados al trabajo. No obstante, con esta forma de capacitación, el aprendizaje depende exclusivamente de ti. Por eso, debes estar preparado para asimilar toda la información y lograr incorporarla a tu rutina diaria de actividades.
Organízate
Dado que el proceso de aprendizaje no estará estructurado del mismo modo que en un aula de clase, es muy fácil que se produzcan demoras y entorpecimientos. Por lo tanto, examina tu material de estudio y divídelo en partes cortas y definidas. Luego, establece los tiempos y plantea la tarea de estudiar como un compromiso diario. Usa un calendario para estipular los tiempos específicos y las actividades de aprendizaje.
Encuentra un espacio de estudio
Puede que puedas tener el don de aprender en casa o en el trabajo, si sabes manejar las interrupciones y las distracciones. De todas formas, haz que todos sepan que te encuentras estudiando. Es probable que te veas obligado a cerrar una puerta, a apagar el estéreo y la televisión, o a ignorar las llamadas telefónicas. Aún así, tal vez, lo más conveniente sea que te dirijas a una biblioteca.
Una vez que tengas un lugar apropiado para el proceso de aprendizaje, debes organizar todo el material de estudio, de manera que no pierdas tiempo cada vez que necesites buscar algo. Si tu aprendizaje necesita movilidad, pon todos los libros y demás elementos dentro de un maletín o un bolso.
Recuerda que, a menudo, una distracción comienza con la búsqueda de un sacapuntas. Si tienes hijos, sabes que esto es lamentablemente cierto: por algún extraño don de los niños, los lápices, las gomas, el papel y las lapiceras desaparecen constantemente.
Lee para aprender
Para asegurarte el mejor uso de tus materiales, ojéalos una vez antes de comenzar a leer. Encuentra la manera de organizar y resumir la información. Una buena forma de mantenerte concentrado mientras lees es buscar las ideas principales del texto y hacer anotaciones.
Cada tanto, detén tu lectura y pregúntate: “¿Qué acabo de leer?” “¿Cuál es la idea principal de todo esto?” Esta especie de auto-examen te ayudará a escapar de los viajes mentales y la falta de concentración a la hora de leer.
Encuentra apoyo
Si alguien está al tanto de tus metas y compromisos con el estudio, entonces podrá ayudarte a que lo logres. Si te encuentras participando de un curso formal, puedes que tengas apoyo tutelar disponible a través de Internet o telefónicamente.
Para algunos aprendices es difícil relacionarse con otras personas dentro del mismo curso. Si es tu caso, debes vencer esas barreras y conseguir un grupo de personas capaz de estudiar juntos y apoyarse mutuamente. Definitivamente, esto facilitara el proceso de aprendizaje.
Existen varias formas de apoyo. Éstas van desde explicaciones sobre los temas de estudio, distintas formas de estimulación y recordaciones, hasta ayudas relativas a otros roles, tales como cuidar a los chicos del aprendiz, preparar la cena, cambiar turnos en el trabajo, y cualquier otro tipo de acciones que te provean de tiempo y espacio para aprender. Así que, recuerda que aquellos que tienen este tipo de actitudes están de tu lado. Hazles saber tu gratitud.
Firme hasta el final
Si notas que tu tiempo de estudio está tropezando con tu agenda, considera otras formas de manejar tu tiempo y tus roles. Tal vez, sea el momento de negociar con tu empleador, familia o amigos para que te ayuden a fabricar el tiempo necesario para estudiar. Mantente concentrado en tu motivación inicial. Recuérdate por qué estás tomando el curso y cómo éste te ayudará a ser un mejor profesional.
Ten en cuenta estos consejos la próxima vez que tomes un curso por correspondencia o a larga distancia.
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