Gran parte de la gente
que desea insertarse en el mercado laboral, se capacita mejor asistiendo a
clases formales o con un profesor particular, pero muchos otros, más
autodidactas, prefieren un estudio y aprendizaje auto dirigido, informal e
independiente.
Lo interesante, es que
algunos investigadores han descubierto que este último caso prevalece en los
adultos, quienes llevan a cabo un promedio de cinco proyectos de estudio
independiente por año, con una carga de aproximadamente 100 horas cada uno.
Esto es así en gran
medida por que en casi cualquier centro de educación formal, las instituciones
establecen objetivos de aprendizaje, determinan los medios por el que se
realizará este aprendizaje, y valoran los logros de los estudiantes. Pero si
bien este control es beneficioso, ya que asegura que se mantengan ciertos
estándares de aprendizaje, y que los certificados, diplomas y/o grados otorgados
por la institución sean avalados y respetados, por otro lado, este control
institucional “estándar” puede llevar a disminuir la flexibilidad y a una falta
de capacidad para responder a los intereses y necesidades de cada uno de sus
estudiantes, en especial de los adultos, que ya tienen un historial de
aprendizaje y varios conocimientos.
Por eso, si usted
pertenece a esta franja etaria, no sería mal idea que empiece a enfocarse, sobre
todo, en este tipo de auto capacitación, el aprendizaje auto dirigido.
Comenzando un aprendizaje auto dirigido
El aprendizaje auto
dirigido puede ser extremadamente útil para muchas personas adultas. Este es,
por ejemplo, el caso de muchas mujeres que planean retomar el trabajo después
que permanecer en su hogar durante varios años, con el fin de criar a sus hijos.
Para prepararse para este
cambio, estas personas deberán identificar sus necesidades, establecer sus
objetivos, y determinan los recursos y estrategias de aprendizaje, para,
finalmente, evaluar los resultados.
a. Identificando las necesidades de aprendizaje.
Lo que se suele necesitar
aprender, generalmente incluye la comprensión del mercado de trabajo, el mejorar
sus conocimientos sobre computación, la actualización de sus habilidades de
búsqueda del trabajo, y el encontrar un cuidado para los hijos pequeños de su
hogar.
Cada una de estas
necesidades, implican uno o más proyectos de aprendizaje, pero aquí propondremos
el ejemplo de la computación, que suele ser una necesidad común en la mayoría de
las personas para poder insertarse en el mercado laboral, para tener una idea de
cómo se debería actuar.
b. Estableciendo los objetivos del aprendizaje.
Se debe comenzar con una
idea general de lo que se necesita para mejorar los conocimientos de
computación. Para esto, sería bueno consultar a los amigos y la familia, así
como a los anuncios de empleo, para saber cuales son los programas o softwares
de computación más comúnmente usados en el mercado laboral (procesadores de
texto, navegadores de Internet y correo electrónico o e-mail, todos ellos
pertenecientes generalmente a Microsft Windows), cual es el grado de
conocimiento que se debería tener sobre los mismos, y como se podrían operar de
la manera más práctica.
c. Determinando los recursos de aprendizaje con los que se cuenta.
Existen muchas formas de
desarrollar sus habilidades y conocimientos de computación. Se pueden elegir,
por ejemplo, aprender formal o informalmente. Si se prefiere aprender
formalmente, se puede tomar un curso en una escuela local, pero si posee ciertas
habilidades autodidactas, también podría tomar esta instrucción desde la
computadora misma, con un curso por correo o la ayuda de un conocido que le
ofrezca algunas sugerencias para empezar y supervise su aprendizaje.
En este caso, es decir si
se aprendiera desde su casa, también se podría tener la libertad de no tener que
seguir el ritmo y horario de otros, y la asistencia podría también provenir de
manuales, o de una combinación entre una aprendizaje formal e informal, tomando,
por ejemplo, un curso de procesadores de texto, pero aprendiendo como tipear más
rápido en la propia casa por medio de la práctica, o ayudándose con algún
software de aprendizaje.
d. Evaluando los resultados.
También sería bueno
preparar una forma de evaluar los resultados de sus proyectos de aprendizaje,
desde el mismo momento en que se establecen los objetivos de aprendizaje. Por
ejemplo, se puede saber descubrir que la mayoría de los potenciales empleadores
esperarían que se sepa escribir a computadora a una velocidad de, por lo menos,
30 palabras por minuto, y se sepa redactar, chequear y mandar correo electrónico
tanto a individuos como a grupos.
Así, se podrían evaluar
los propios logros midiendo los parámetros de velocidad de escritura en
computadora, o enviando y recibiendo mensajes de correo electrónico, para
asegurar de que ya pueden cumplir estos requisitos correctamente.
En definitiva…
La preparación para
volver a insertarse en el mercado laboral implica, como hemos podido observar,
varios proyectos de aprendizaje. Para encontrar los objetivos, es probable que
también se deba escoger entre una gran variedad de recursos que puedan ayudarle
a llegar mejor a ellos.
El aprendizaje auto
dirigido es una estrategia flexible y responsable, que puede ser muy útil para
aquellos adultos que desean volver a incorporarse en el mercado laboral, dentro
de un mundo rápidamente cambiante.