La mayor parte de los
bonos individuales tienen cinco características cuando son
emitidos: tamaño de la emisión, fecha de emisión, fecha de vencimiento, valor al
vencimiento y el cupón.
Una vez que son emitidos, la rentabilidad al vencimiento se convierte en el dato
más importante para determinar el rendimiento real que recibirá un
inversionista.
Tamaño de la emisión:
El tamaño de la emisión de una oferta de bonos es el número de bonos emitidos
multiplicado por el valor nominal.
Por ejemplo, si una entidad emite dos millones de bonos con un precio nominal de
$100, el tamaño de la emisión será de $200 millones.
El tamaño de la emisión refleja tanto las necesidades de financiación de la
entidad emisora de los bonos, así como también la demanda del mercado para
aquellos bonos que ofrezcan un rendimiento aceptable para el emisor.
Fecha de emisión:
La fecha de emisión es simplemente la fecha en que el bono fue emitido y a
partir de la cual comienza a devengar intereses.
Fecha de vencimiento:
La fecha de vencimiento es la fecha en la que los inversores deberían recibir el
pago de su capital. Es posible comprar y vender bonos en el mercado abierto
antes de su fecha de vencimiento.
Valor al vencimiento:
la cantidad de dinero que el emisor le pagará al tenedor de un bono en la fecha
de vencimiento. Este monto también puede ser denominado "valor nominal".
Como los bonos pueden comercializarse en el mercado abierto a partir de la fecha
de emisión hasta su vencimiento, su valor de mercado suele ser diferente a su
valor al vencimiento.
Sin embargo, a no ser que se produzca un default, los inversores recibirán el
valor nominal en la fecha de vencimiento especificada, incluso si el valor de
mercado del bono fluctúa durante el curso de su vida útil.
Cupón:
La tasa del cupón es el pago periódico de intereses que el emisor realiza
durante la vida útil del bono.
Por ejemplo, si un bono con un valor al vencimiento de $10.000 ofrece un cupón
del 5%, el inversor recibirá $500 por año hasta el vencimiento del bono.
El término "cupón" proviene de la época en que los inversionistas poseían
certificados de bonos que eran cupones físicos reales que eran cortados y
presentados para el cobro.
Rendimiento al vencimiento:
Dado que los bonos se comercializan en el mercado abierto, el rendimiento real
que un inversionista recibe si compra un bono después de su fecha de emisión (el
"rendimiento al vencimiento") es diferente de la tasa del cupón.
Tomemos el ejemplo anterior: Una empresa emite bonos a 10 años con un valor
nominal de $10.000 cada uno, con un cupón del 5%.
En
los dos años siguientes a la emisión, la empresa experimenta un aumento en sus
ingresos, lo que aporta dinero en efectivo para sus balances y le proporciona
una posición financiera más sólida.
En
igualdad de condiciones, sus bonos suben de precio, digamos a $10.500, y su
rendimiento caería (ya que los precios y los rendimientos se mueven en
direcciones opuestas).
Mientras que el cupón se mantendría en un 5%, lo que significa que los
inversionistas recibirán el mismo pago cada año ($ 500), un inversionista que
compró el bono después de que ya había aumentado su precio, obtendría un
rendimiento al vencimiento inferior.
En
este caso, el cupón de $500 dividido por el valor nominal de $10.500, otorga un
rendimiento al vencimiento de 4,76%.
De
esta manera, el cupón de un bono y su rendimiento real no son necesariamente
iguales. El rendimiento al vencimiento es la ganancia que realmente obtendría un
inversor después de comprar un bono.
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