Cómo Lograr que tus Empleados se Queden Trabajando Contigo
Uno de los problemas más comunes de una empresa es la rotación del personal. Incurrir en gastos de contratación, capacitación y liquidación de los empleados es sumamente costoso para cualquier empresario, y para los PYMES implica poner en peligro la existencia del negocio…
No es un factor que se pueda prever en la elaboración de un plan de negocios, ya que en realidad son muchas las causas externas por las que un empleado decide abandonar su empleo, sin embargo son las causas internas las que el patrón debe conocer para poder evitar la deserción de su recurso humano, ya que son factores que al estar dentro de su empresa se pueden controlar y hasta prevenir; aquí hablaremos de los más generales.
Cuando tratamos el tema de la conservación de los empleados, debemos trabajar bajo el supuesto de que el empleado ya está contratado, es decir, ya hubo un proceso de búsqueda del personal, de contratación y de capacitación.
Por lo tanto, para poder encontrar soluciones y elaborar prevenciones, primero analicemos las causas internas de la empresa por las cuales se tiene el problema de la rotación de personal:
1. El sueldo percibido no es proporcional al trabajo. La mayoría de las personas que dejan un empleo lo hacen porque no consideran recibir una remuneración adecuada a las labores que se les exige hacer.
Es cierto que depende del trabajo y de quién lo desarrolle, pero también es cierto que ocho horas de barrer pisos y limpiar baños es mucho más agotador que ocho horas de estar sentada en un escritorio contestando teléfonos.
Hay empleos en los que se arriesga la vida y la salud que se supone deberían ser los mejor pagados; sin embargo, unas veces pagamos por las labores y otras por el conocimiento y la experiencia.
En México no se considera discriminación pedir información sobre el solicitante de una vacante, así que, antes de ofrecer un trabajo, se define exactamente el perfil del empleado que pueda desarrollar las actividades.
Decide quién quieres que atienda tu negocio: un estudiante (ten en cuenta que este solo podrá trabajar medio tiempo), alguien con disponibilidad total, alguien que sea responsable (generalmente, las personas casadas y con hijos tienden a considerarse más responsables que las solteras, por el compromiso que tienen de mantener una familia)…, si requieres que tenga experiencia previa, y toda clase de información que pueda ayudarte a identificar si la persona es la indicada para trabajar en tu negocio, si puede sentirse conforme con el sueldo que pretendes pagar, y fíjate muy bien de a quién contratas, porque en tus empleados estarás depositando lo más valioso que un negocio puede tener, que es el prestigio.
Si no puedes pagar un sueldo por el que valga la pena tener el empleo, entonces piensa en otras alternativas extra que hagan más deseable obtener el trabajo en cuestión. Puedes pagar comisiones por un determinado número de ventas.
Puedes pagar un bono por puntualidad a los empleados más responsables, así fomentarás que el resto sean cuidadosos con esos detalles, tal vez otro bono por empleado del mes sea un estímulo más, sin que entre en el sueldo fijo.
Si no puedes pagar comisiones por ventas (que generalmente es lo más atractivo para un verdadero vendedor), entonces haz bonos en especie: regala a tu empleada una prenda de vestir cada vez que tenga una buena semana de ventas, por ejemplo.
Ofrécele alguna prestación como vales de despensa, de gasolina, Seguro Social, vacaciones, aguinaldo o una caja de ahorro en la que tú le descuentes cierto porcentaje de su sueldo cada vez que le pagues, que a fin de año le entregarás junto con un extra que le pongas.
Hay que cuidar a los empleados que tienes en el negocio, porque ellos serán la imagen y la voz de la empresa, el eslabón entre el cliente y tú, recuérdalo a la hora de aplicar una entrevista de trabajo.
2. Condiciones laborales no aptas para el bienestar. Tal vez le pagas bien a tus empleados, pero si el trabajo que hacen tiene ciertos riesgos que pongan en peligro su salud o su persona, ten por seguro que no regresarán al siguiente día. Analiza si en tu negocio se vive una situación de este tipo, porque de no detectarla, a la larga te puede costar bastante caro.
Cuando estaba en la Universidad, una amiga entró a trabajar en un restaurante muy conocido al que no le duraban mucho tiempo las camareras; yo me daba cuenta de ello porque cada semana podía leer en el periódico las vacantes que ofrecían.
El anuncio decía “$100.00 mn diarios más las propinas” y, aunque para una estudiante eso era un sueldo muy bueno, el mismo día que empezó a trabajar mi amiga decidió no regresar nunca más, ni siquiera como cliente.
La razón: los clientes del lugar eran sumamente especiales. Resulta que la mayoría de ellos eran los empleados de una fábrica que se encontraba en la siguiente calle, muchos de ellos eran bastante irrespetuosos con las camareras, algunos gritaban y se quejaban con el encargado, vociferando “esta chica nueva no es tan rápida como la anterior” y cosas por el estilo.
Aparentemente, todo ello era en tono de broma, ya que se supone que eran los clientes frecuentes del negocio y el dueño conocía a cada uno por su nombre y parecía ser amigo de todos.
Sin embargo, esta situación no la percibían del mismo modo las empleadas, que se sentían acosadas y humilladas por aquellos clientes. El dueño del negocio se encontraba en un dilema pues tenía que escoger entre mantener a los clientes o mantener a las empleadas.
Al final, la solución fue inevitablemente hablar con sus “clientes” y pedirles más respeto para con sus camareras porque se había cansado de entrenar gente y perderla, buscar nuevamente, entrenarlas y verlas irse, además de que eso le estaba saliendo más caro.
3. Las actividades del trabajo no son ideales para el empleado. Tal vez tu empleado necesite el empleo, pero si las actividades que quieres que haga no son adecuadas a su persona, ten por seguro que dejará el empleo en cuanto encuentre algo que le guste más.
En el caso de usted, querida empresaria dueña de una boutique que me escribió para preguntar qué hacer con el problema del personal golondrino, puedo decirle que su caso puede deberse principalmente a esta causa. Si las chicas que se están buscando para atender el negocio no tienen madera de vendedoras, tenga por seguro que se pasarán aburridas todas las horas que pasen en su trabajo.
¿Qué puede hacer? Hay muchas cosas, empiece por buscar a la persona correcta para estar en ese empleo. Tal vez una estudiante que mientras no esté vendiendo ropa pueda usar el tiempo para hacer su tarea sea una buena opción, sobre todo si la paga que usted ofrece no puede competir con un empleo de cajera en una tienda de autoservicio.
4. Falta de un ambiente laboral en sinergia. Si antes de ser empresario fuiste empleado, sabrás de lo que estoy hablando. Recordarás los momentos en los que deseaste salir corriendo de tu trabajo y no volver a saber nada más de él o de tu jefe: el ambiente desagradable que se vive en ciertos lugares de trabajo impide que los buenos empleados se desarrollen y se adapten al trabajo.
La mayor parte del tiempo que pasamos fuera de casa estamos en el trabajo, y por eso digo que este debe ser como nuestro segundo hogar. El dueño del negocio, el patrón o el jefe debe asegurarse de que el ambiente que se viva en el lugar de trabajo sea sano, saludable, armonioso, ameno y apacible.
En mi ciudad hay un famoso centro de diversiones infantiles en el cual solamente contratan a estudiantes de 16 a 19 años. Mi hermana trabajó un tiempo ahí mientras estudiaba la preparatoria, y a pesar de que no ganaba más que el mínimo (48.67 pesos diarios) ella nunca dejó de ir a trabajar, incluyendo los días festivos.
En una ocasión le propuse que se quedara en casa y que yo le pagaría el salario de ese día, a lo que ella me respondió que no era por el dinero por lo que estaba trabajando ahí, sino porque se lo pasaba realmente bien en compañía de sus compañeros.
Es decir, ella disfrutaba con ir a trabajar, y creo que eso se vio reflejado en su trabajo porque el día en que renunció para irse a la Universidad su jefe le ofreció pagarle el doble del sueldo y darle una promoción a otro puesto de más rango, con tal de que se quedase trabajando. Fue una buena empleada gracias a la sinergia de su centro de trabajo.
Piensa en esto: todos los empleados deben alinear sus actividades hacia una meta para poder estar en el mismo canal y volver realmente eficaces las horas de trabajo y aumentar la productividad, pues solamente así se podrá llegar al resultado deseado.
5. Ausencia de promociones y reconocimientos al mérito. ¿A quién no le gusta que le reconozcan cuando hace algo bueno? La diferencia entre un empleado motivado y uno que se queja de su empleo es el reconocimiento a su trabajo.
No hay que ser ingratos, sabemos el trabajo que el empleado de nuestro negocio hace, pero pocas veces lo reconocemos; no se trata solo de hacer gratificaciones en efectivo o en especie, también podemos hacer algún reconocimiento por escrito que el empleado se pueda llevar a casa; hacer un cuadro de honor en el área de descanso de los empleados donde se haga extensiva la felicitación para que otros empleados puedan compartirlo.
Recuerda, estimado empresario, que el recurso humano es el más valioso que tiene la empresa, es el único que tiene valor agregado real y que por lo tanto requiere de una adecuada gestión en cuanto a conocimiento, talento y entrenamiento.
¿Cómo lograr que tus empleados se queden a trabajar contigo? Fácil: ¡Conviértete en el jefe que siempre quisiste tener! ¡Hasta la próxima!
Por Melina Ortega, consultora para los emprendedores y parte del equipo de www.mercadeobrillante.com
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