ABDOMINALES BOCA ARRIBA
Los
abdominales
desarrollan más resistencia que fuerza. Pero son un gran tonificante para su
abdomen y una buena forma de hacer un calentamiento para cualquier clase de
entrenamiento.
Los
músculos
abdominales soportan la espalda más que cualquier otro grupo de músculos; son el
vínculo entre la parte superior y la inferior de su cuerrpo. Si el vínculo es
débil, se es vulnerable.
Cuanto más fuertes son
los músculos abdominales, mejor absorben el choque de movimientos bruscos de la
parte superior e inferior de su cuerpo. Es una fuerza que puede ahorrarle un
considerable dolor de espalda.
Haga siempre los
abdominales sobre una superficie acolchada como una alfombra con acolchado de
espuma.
Tiéndase en ella sobre
su espalda, doble las rodillas, ponga los pies planos sobre el suelo, con las
manos cruzadas sobre el pecho o sujetas detrás de su cabeza.
Hay muchos
especialistas que desaprueban la posición de las manos detrás de la cabeza:
dicen que tira de la cabeza y del cuello hacia delante en un ángulo demasiado
severo.
Pero, si los
abdominales se realizan a un ritmo razonable y de una forma suave, los tirones
de cuello no serán un problema.
Otro error habitual es
levantarse hasta demasiado cerca de las rodillas.
A mucha gente le
enseñaron este estilo de abdominales en el colegio. Si eso es lo que usted
aprendió, desapréndalo ahora.
A medida que se vaya
levantando, piense en que su espalda está formando un ángulo con el suelo; este
ángulo debe de 30 a 40 grados.
Pasados los 40 grados,
la espalda recibe más tirantez.
GIROS
DE TRONCO BOCA ARRIBA
Aún más eficaces para
mantener el estómago metido hacia dentro son los giros de tronco boca arriba.
Pero ese aspecto de
tabla de planchar no es gratuito; tiene que ganárselo haciendo un ejercicio más
arduo que hace trabajar más los abdominales laterales que los del frente.
Empiece por tenderse
completamente sobre su espalda, los brazos sobre el suelo (extendidos y
perpendiculares a su cuerpo), las piernas levantadas hacia el techo
(perpendiculares a su tronco).
Luego, lentamente, baje
sus piernas hacia un lado de forma que queden paralelas con sus brazos
extendidos.
A continuación, vuelva
las piernas a su punto de partida.
Baje de nuevo sus
piernas, esta vez hacia la otra mano estirada cuando baje sus piernas, inspire
cuando las suba.
Al principio puede que
a usted le falte fuerza y flexibilidad para extender totalmente sus piernas. Si
es así, empiece por hacer el ejercicio con las rodillas dobladas.
Esto desarrollará sus
músculos abdominales laterales y terminará por permitirle realizar el ejercicio
con las piernas estiradas.
Pero no se detenga.
Desafíese poniéndose pesas en los tobillos mientras hace giros de tronco
beneficios sobrepasarán de lejos al esfuerzo realizado.
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