Si estás planeando abrir tu propio negocio, te recomiendo que identifiques el origen del que está partiendo para poder trabajar sobre esa base. Analicemos las condiciones por las cuales nace una empresa:

En esta ocasión, vamos a observar las empresas que hay en nuestra comunidad: ¿alguna vez, amigo lector, te has preguntado de dónde nació la idea de que existiera tal o cual negocio?

¿Por qué lo abrieron en ese lugar en particular? Si estás planeando abrir tu propio negocio, te recomiendo que identifiques el origen del que está partiendo para poder trabajar sobre esa base. Analicemos las condiciones por las cuales nace una empresa: 

  1. Por necesidad: “Toda oferta nace para satisfacer una demanda”.

No hay nada más cierto que esto y, para comprobarlo, preguntémosle al dueño del mercado de la esquina la razón por la cual puso ese negocio.

Lo más seguro es que te conteste que, cuando abrió su negocio, el mercado más cercano estaba a 20 cuadras de aquí, ¡es cierto!

Generalmente, el empresario, antes de convertirse en tal, fue consumidor y, para ser exactos, un consumidor insatisfecho, ya que le tocó la amarga experiencia de necesitar algo y no encontrar quien se lo proveyera, y de ahí nace la inquietud de que ya existe un mercado objetivo para tal o cual proyecto, suponiendo que más personas hayan pasado por esa necesidad insatisfecha.

Así, amigo lector, pregúntate: ¿qué necesidad existe en mi comunidad que no está siendo atendida? O bien perfecciona y mejora una que ya exista, tal vez en tu ciudad no hay farmacias que abran las 24 horas y tú tengas la oportunidad de abrir una que trabaje bajo este esquema, añádele un servicio a domicilio y… ¿qué tienes? ¡Un innovador negocio en tu comunidad!

2.      Por experiencia obtenida en el área y por un conocimiento previo del mercado

¡El coco de muchos empresarios!: capacitas a tu personal para que conozca el funcionamiento del negocio, el proceso de producción, etcétera, y después de dos o tres años de trabajo durante los cuales aprendió todos los aspectos de la empresa, conoció a tus proveedores, se relacionó con los clientes… ¿qué sigue? Pues emprende el vuelo y quiere iniciar su propio negocio.

¡Ni hablar! Esta experiencia previa en un plan de negocios se ve como un punto a favor, a diferencia del párrafo anterior, en el que si abres el negocio porque se te ocurrió y no tienes ninguna experiencia previa en él puede convertirse en un factor crítico de éxito.

Así que tú, que tienes esta ventaja que solo la experiencia puede dar, aprovéchala y ponte a mejorar todo aquello que viste que no funcionó correctamente donde trabajaste.

Personalmente, soy de la idea de que toda competencia es sana siempre y cuando se respeten los espacios y se reconozcan las capacidades de cada uno. 

  1. Por vocación: cuando estudias y te especializas para poner un determinado negocio

¿Cuál es el propósito de las Universidades y de toda institución de educación técnica y capacitadora? Estamos de acuerdo en que son pocos los que entran a la escuela como un pasatiempo, más aún si esta tiene un costo de colegiatura, materiales y equipo; realmente, esto es una inversión, y las personas entran a estos centros capacitadores para aprender a desarrollar sus habilidades en alguna especialidad.

¿Con qué fin? Con el fin de ganarse la vida de una manera honesta y, además, en algo que les guste y para lo que tengan cierta vocación, combinación exitosa en la que podemos clasificar a los médicos, los abogados, las modistas, los mecánicos, los pilotos y, ¿por qué no?, incluso hasta los actores caben dentro de esta clasificación.  

  1. Por convicción: cuando te convences de que un negocio es para ti

Mejor conocidas como “franquicias”, son las empresas que podemos clasificar dentro de este esquema. En realidad, aquí la idea la tuvo alguien más, el esquema del funcionamiento ya se implementó y lo único que podemos hacer es comprarla y trabajarla, ya que por lo general se firman contratos con ciertos términos para seguir bajo el mismo esquema y continuar con la homogeneidad que se busca para cada franquicia.

Si estás pensando en comprar una, te recomiendo hacer un estudio de mercado antes de convencerte a ti mismo (o peor aún, de que te convezcan sin que te des cuenta) de que será un negocio. Recuerda: ningún negocio es igual a otro, son tan diferentes como las personas.

También en esta clasificación entran otras empresas como las famosas líneas de cosméticos, líneas de ropa interior, venta de zapatos por catálogo y la venta de un millón de cosas más que se pueden tomar como una buena opción de negocio siempre y cuando tengamos la facilidad para poder vender o nos movamos en un ambiente donde existan clientes potenciales de un determinado producto.

Aquí tenemos cierta división de opiniones, pues hay quienes no consideran como empresarios a estas personas porque muchas veces no tienen un lugar de venta directa al público, pero yo soy de la idea de que, mientras te genere un dinero que pueda considerarse como ganancia, puede entonces considerarse un negocio, y de ejemplos hay miles, todos conocemos a alguien cercano que vende algún producto por este sistema.  

  1. Por devoción: cuando perteneces a una familia con el negocio

En realidad, este tipo de empresa tuvo su origen en algún momento, basándose en alguno de los otros 4 tipos, pero, por abundar en el mercado, es importante hacerles su apartadito especial considerándolas como lo que son.

Aquí entran todas esas empresas donde la tradición se hereda y las generaciones se especializan cada vez más en seguir ampliando el desarrollo del negocio familiar. ¿Qué sucede en estos casos?

Las generaciones subsecuentes a la apertura del negocio nacen en este ambiente, crecen con esa escuela, viven en el negocio, y todo su círculo familiar también.

Llegan a ocupar las administraciones con todos los elementos inculcados desde pequeños, conociendo todos los problemas del negocio y con la devoción que les da el haber dedicado toda su vida a la empresa.

Saben que el negocio lo heredaron de sus padres y sus padres de sus abuelos y que así ellos se lo pasarán a sus hijos y de este modo continuará el linaje de empresarios natos.

Estos negocios tienen la ventaja de que en cada generación se van especializando mucho más y se va agregando valor a la empresa, al branding de su producto o su servicio, lo que les permite fortalecerse respecto a la competencia que vaya surgiendo.

Si te das cuenta, amigo lector, podemos clasificar a toda empresa existente dentro de alguno de estos tipos de origen, así podríamos separarlas por estrategias implementadas y estudiar sus sistemas de atención al mercado.

¿Identificaste el origen de tu negocio? ¡Bien! Sobre eso mismo iremos trabajando, ¡hasta la próxima!

Por Melina Ortega
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