Cómo obtener la residencia permanente en los Estados Unidos a través de un marido o esposa

La
relación marital es una de las formas más comunes de emigrar a los Estados
Unidos. Los ciudadanos norteamericanos pueden peticionar por maridos o esposas
nacidos en países extranjeros ya que son parte de su familia inmediata; esto
significa que el marido o esposa de un ciudadano norteamericano tendrá una visa
disponible de inmediato. 

Por lo general, si el ciudadano extranjero se
encuentra en los Estados Unidos (mediante una admisión legal en el país o bajo
palabra), al momento de remitir el formulario I-130, Petición por un Familiar
Extranjero, el marido o esposa puede al mismo tiempo emitir un formulario
I-485, Solicitud para Registrar la Residencia Permanente o para Regularizar el
Status, como parte del mismo paquete de solicitudes. 

Los
residentes permanentes legales también pueden pedir por sus maridos o esposas,
pero el pedido cae dentro de la categoría de segunda preferencia familiar. Hay
un límite anual de 114.200 visas en esta categoría, y a ésas deben sumarse las
visas que no sean utilizadas en la categoría de primera preferencia. 

La
categoría de segunda preferencia también incluye hijos adultos solteros de
residentes permanentes. Dentro de la categoría de segunda preferencia, los
maridos y esposas reciben el 77% de las visas, algo menos de 8.000. Los maridos
y esposa también pueden elegir inmigrar como beneficiarios derivativos del hijo
adulto casado de un ciudadano, o de hermanos y hermanas de ciudadanos. Pero
estas categorías tienen atrasos de varios años. 

¿Cuáles
son los criterios específicos que debe cumplir el matrimonio para ser
considerado válido?
 

Siempre
que el marido o la esposa esté inmigrando, hay tres estándares muy importantes
que el matrimonio debe cumplir: 

*
El matrimonio debe haber sido válido al momento de ser realizado 

*
El matrimonio debe seguir teniendo validez al momento de completarse el proceso
inmigratorio (no solamente cuando se envía la solicitud) 

*
El matrimonio debe haber sido concretado con motivos de inmigrar a los Estados
Unidos 

¿Cuándo
es válido un matrimonio al momento de ser realizado?
 

Existen
dos requisitos primarios para que un matrimonio sea válido: 

*
Cada uno de loa integrantes de la pareja debe haber estado legalmente capacitado
para casarse, y 

*
La ceremonia matrimonial debe haber sido considerada legal según las leyes del
lugar donde fue realizada (hay ciertas excepciones a esta regla, como en los
casos de matrimonios entre personas del mismo sexo o matrimonios polígamos). 

En
casos donde uno de los integrantes de la pareja ha estado casado previamente,
el divorcio debe ser válido y definitivo. Los divorcios en los que alguna de
las dos partes no haya estado presente en la jurisdicción para permitir que se
concrete el divorcio son casi siempre no válidos. 

Los divorcios concedidos en
casos en que una sola persona está presente, particularmente los que se llevan
a cabo en países conocidos por ese tipo de maniobras, son altamente
sospechosos. El hecho de que un matrimonio posterior sea válido depende de las
leyes del lugar del nuevo matrimonio. 

Los
casamientos únicamente civiles, que hoy en día son poco comunes en los Estados
Unidos y sólo son reconocidos en unos pocos estados, pueden ser válidos a
efectos inmigratorios si las leyes del lugar de residencia actual -o de
residencia previa- los reconoce legalmente. 

Los
casamientos consuetudinarios, que se llevan a cabo según las costumbres de un
lugar pero no son supervisados por autoridades civiles, pueden en ocasiones ser
válidos a efectos inmigratorios. Que lo sean depende de si las leyes del país
en que se llevó a cabo esta ceremonia la reconoce legalmente. Este tipo de
temas casi siempre requiere ayuda profesional de especialistas en las leyes de
cada país en particular. 

Los
matrimonios realizados en los Estados Unidos casi siempre son válidos, a menos
que uno de las integrantes de la pareja esté por debajo de la edad de
consentimiento, o si la relación familiar entre los prometidos es demasiado
cercana. Los divorcios otorgados en los Estados Unidos también son casi siempre
válidos. 

¿El
matrimonio sigue teniendo validez?
 

Para
que una persona pueda inmigrar valiéndose de la relación de marido/esposa, el
matrimonio no puede haber sido finalizado legalmente. Es más, si los integrantes
de la pareja están separados y no tienen pensado vivir juntos de nuevo como
marido y esposa, la petición de inmigración puede ser rechazada. 

En
lugares con leyes de divorcio laxas, donde una separación de hecho puede
derivar en un divorcio, el período de separación será muy probablemente
considerado como prueba de que el matrimonio ya no es válido. 

¿El
matrimonio fue concretado con motivos migratorios?
 

A
lo largo de las últimas dos décadas, el Congreso y el Servicio de Inmigración y
Ciudadanía han sospechado cada vez más de este tipo de matrimonios. Desde 1986,
a un marido o esposa nacido en un país extranjero que ha estado casado con un
peticionante de inmigración por menos de dos años se le otorga status de
residente permanente condicional por dos años. 

A pesar de que este status
condicional es en términos generales muy similar a la residencia permanente
común, está pensado para asegurarse de que los integrantes de la pareja no se
casaron con propósitos únicamente inmigratorios, permitiendo en algunos casos
que el status condicional sea revocado si el matrimonio dura menos de dos años.
 

Es
importante señalar, sin embargo, que no se considera contrario a la ley tomar
en cuenta el factor inmigratorio al decidir casarse. Pero si la única razón es
la inmigración y no hay otros motivos legítimos, entonces seguramente sí será
un problema. Entonces, es importante conocer qué factores harán sospechar a
organismos del gobierno de que existe un matrimonio fraudulento. 

Algunos
casos obvios de matrimonios fraudulentos son aquellos en los que los
integrantes de la pareja no se conocen desde hace mucho tiempo, o se han visto
sólo unas pocas veces antes de casarse. 

Además, si la pareja no vive bajo el
mismo techo, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos
(USCIS) sospechará mucho, y aún más si la pareja nunca ha vivido junta. Además,
los matrimonios entre parejas que provienen de ámbitos diferentes,
especialmente aquellas que no hablan el mismo idioma, son a veces vistas con
desconfianza. 

El
USCIS también mira con desconfianza a los matrimonios concretados luego de que
a uno de los integrantes de la pareja se le han iniciado los trámites para
expulsarlo del país o está siendo investigado por el USCIS. 

Hay una cantidad de
documentación que puede ser presentada para certificar que un matrimonio es de
buena fe. Esto incluye (aunque no se limita a) pruebas de que ambos integrantes
de la pareja son dueños del lugar donde viven, pruebas de que cohabitan bajo el
mismo techo, documentos que prueben que existen hijos del matrimonio, pruebas
de que comparten gastos, así como también declaraciones de amigos y familiares
que testifiquen a favor de la buena fe del matrimonio. 

A
los residentes permanentes legales que hayan obtenido su status a través del matrimonio
con un ciudadano o residente permanente estadounidense se les prohíbe por un
período de cinco años que consigan aprobación para emitir una visa de segunda
preferencia para casarse nuevamente. 

La prohibición no se aplica si en la
petición se puede demostrar con pruebas “claras y convincentes” que
el matrimonio anterior no fue concretado con propósitos de obtener una green
card. Tampoco se aplica si el cónyuge ha fallecido.

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