Esta enfermedad comienza con
la falta de oxigeno del músculo del corazón, y se manifiesta con la aparición de
dolores o molestias en el pecho, los brazos, la espalda, el cuello, o la
mandíbula.
Algunas veces el dolor de la
angina se manifiesta como una sensación de opresión o presión en el tórax, o
puede ser un dolor punzante o un adormecimiento. Algunas personas confunden el
dolor de la angina de pecho con molestias por indigestión o gases.
Esto no conlleva
necesariamente a un ataque cardiaco, pero es en verdad una situación grave y
urgente de consulta a un medico.
Quienes padecen la angina de
pecho inestable, sienten molestias cuando se encuentran descansando, o las
molestias los despiertan del sueño, sin haber presentado antes síntoma alguno de
angina de pecho, tienen dolor entre moderado a severo y se sienten muy cansados
(fatigados), y además, tienen un marcado aumento en la frecuencia o la
intensidad de las molestias.
Las causas de esta
enfermedad son la obstrucción de las arterias con depósitos de grasas o
colesterol, en algunos casos la obstrucción se rompe y el cuerpo reacciona
tratando de cicatrizarse, provocando un coágulo a su alrededor y con la
posibilidad de que ese coágulo termine tapando definitivamente la arteria,
terminando con una ataque cardiaco.
La angina de pecho no es una
condición mortal si se atiende a tiempo. Pero muchos pacientes sienten que su
dolor desaparece cuando descansan, intuyendo que la afección no es demasiado
grave. Error. Todo lo contrario.
Consulte inmediatamente a su
medico y detállele en qué momentos aparece y desaparece el dolor. En general, se
puede afirmar que los cuadros más graves se presentan cuando el dolor o
molestias son muy severos, empeoran, y duran más de 20 minutos, o cuando están
acompañados por malestar en el estómago, o sensación de desmayo.
Los tratamientos más
efectivos y utilizados para curar permanentemente la angina de pecho inestable
son: la terapia con medicamentos (heparina, tabletas o cremas), la angioplastia,
o la cirugía de puente coronario (“bypass”), dependiendo de la gravedad del
estado del paciente (de menor a mayor).
Y siempre hay
que recordar que esta enfermedad se alía con el tiempo y que la mejor manera de
combatirla es adelantándose a ella.
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