El amor
es un componente natural de la vida que a veces se ve oculto por diferentes
motivos. “Sin duda alguna, la influencia familiar, cultural y social tiene
mucho que ver en la manera en la que un individuo vea y viva su propia
sexualidad”, sostiene el sexólogo español José Luis Álvarez Puig.
Lo que a
un ser humano lo puede hacer evolucionar y desarrollar sexualmente, a otro lo
inhibe por completo. “Las causas son muy individuales y para descubrir la
raíz del problema hay que indagar lo suficiente en la historia de cada quien”,
continúa diciendo el profesional.
“La
sociedad ha puesto todo tipo de
represiones sexuales que impiden que una persona
experimente y disfrute del sexo sin tabúes.
Hay prácticas consideradas insanas e
indecentes , los padres intentan moldear a la juventud de ahora de la misma
manera que fueron ellos educados.
No hay que ser tan drástico ni cerrado en el
tema. Abrirse es una de las maneras de poder disipar el fantasma de la
inhibición.
No tiene sentido y cuando la persona logra deshacerse de esa carga
nefasta, vive mucho mejor, sin ataduras y haciendo realmente lo que quiere y no
lo que debe”,
opina Álvarez.
Peligros
de mantener el deseo en las sombras:
Las
represiones pueden dar lugar a la aparición de:
·
Perturbaciones amatorias
·
Trastornos
·
Conductas inapropiadas
·
Agresiones
Tratamiento de la falta de deseo
· Hablar
del tema con alguien de confianza. “No es preciso llegar a tener una pareja
para descubrir que se está desarrollando una conducta represiva.
Es muy fácil de
advertir. Lo importante es poder consultar a un profesional lo antes posible
para poder encontrar una solución acertada”, expresa Álvarez Puig
·
“Más allá de tratar cada caso en una terapia junto a un especialista en
psicología, lo que hay que lograr desarrollar es una
conducta sexual
normal.
Educar a las sociedades sobre bases sexuales en donde no existan los mitos ni
los tabúes”, sostiene el profesional
·
El conocimiento del propio cuerpo y el tener claro qué es y para qué sirve la
sexualidad son claves para que la persona no desarrolle fobias ni represiones.
“Las inhibiciones están fundadas en el temor y el temor está basado únicamente
en el desconocimiento e ignorancia”, explica el sexólogo.
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