1.- Mantener contacto. Una ex pareja que continúa interesada en reavivar el
vínculo hará todo lo posible para seguir estando presente en la vida del otro.
La interacción puede ser sutil, pero siempre se intentará dar los pasos con
seguridad. El contacto por teléfono, sobre todo a horarios extraños e
inoportunos, o provocar encuentros, aunque no sean diarios, ayudarán a despertar
el interés o la sospecha en el otro. Sentir esa presencia, aunque sea de un modo
indirecto puede lograr que la relación se restablezca si ambos así lo desean.
2.- Inquietud por la vida social. Si la ex pareja interroga sobre las
actividades que se realizan en el tiempo libre, a qué amigos frecuenta o si ya
tiene una nueva relación amorosa es más que probable que este interés tenga una
intención muy concreta.
3.- Recordar el pasado. Si uno de los dos se empecina en recordar los momentos
felices es porque echa de menos los instantes más atractivos que ha tenido la
relación.
“Es importante que si la otra persona tiene en claro que no desea volver a
retomar la relación, no debe dejarse manipular por lo bueno que ha tenido el
pasado junto al otro ya que hay que tener muy presente los motivos que
desencadenaron la ruptura”, advierte la psicóloga española Patricia Romero
Palazuelos.
4.- Habla de lo que ha pasado con los amigos y conocidos en común. Otra de las
acciones muy habituales es comentar a todo el mundo lo bonita que era la
relación o expresar abiertamente el deseo de reencontrarse nuevamente con el
amor perdido.
5.- Deja al descubierto los celos. Sin ningún motivo la ex pareja se pone celoso
cuando se entera que quien ha sido su pareja ya ha reorganizado su vida amorosa.
6.- Envío de regalos. Sin razón alguna envía flores o pequeños detalles
cariñosos. Este comportamiento, lo que hace es confundir y enredar aún más el
vínculo.
“Es muy probable que mientras duró la relación este tipo de amabilidades no
hayan existido y que ahora se presenten para atrapar al otro”, explica la
especialista.
Si algunas de estas señales pueden advertirse con facilidad, lo mejor es
preguntar de la manera más directa posible cuáles son las verdaderas
intenciones.
“No hay por qué sembrar la duda o las sospechas ya que se supone que una
ruptura implica mucho dolor y demás sentimientos. Hay mucha sensibilidad y
vulnerabilidad de por medio y no es conveniente ir agregando más tristeza y
confusión a una relación que se ha decidido dar por finalizada”, determina
la profesional.
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