Cómo elegir la placa de video
A
la hora de buscar nuestra próxima placa de video,
podremos encontrar una gran variedad de marcas, modelos y precios.
Muchos pueden preguntarse cuál es la mejor placa de video que pueden comprar en estos días. Sin embargo, lo que debemos plantearnos es qué placa de video es la que mejor se ajusta a nuestras necesidades y claro está, a nuestro bolsillo.
En primer lugar, deberemos determinar si ya tenemos una placa de video, si ésta cumplió su ciclo o si debe ser renovada. En el caso de estar comprando un equipo completo, deberemos decidir que presupuesto le asignamos a la parte gráfica en el total de nuestra compra.
En cualquiera de los casos, debemos saber si la placa madre (motherboard) tiene placa de video integrada y si es así, qué características tiene. Si estamos por comprar una nueva máquina podemos consultar las características al vendedor o verificarlas en el sitio web del fabricante.
Verificando nuestra tarjeta gráfica
Si ya contamos con un equipo, podemos realizar el siguiente procedimiento para verificar qué gráfica tenemos:
Con Windows XP: Hacemos clic derecho con el mouse sobre el escritorio de Windows. Vamos a “Propiedades”. Entramos en la solapa “Configuración”. Damos clic sobre el botón “Opciones Avanzadas” e ingresamos a la solapa “Adaptador”. Allí veremos el modelo de tarjeta y la cantidad de memoria que tiene.
Con Windows Vista: Hacemos clic derecho con el mouse sobre el escritorio de Windows. Vamos a “Personalizar”. Elegimos “Configuración de pantalla” y hacemos clic en “Configuración avanzada...”. En esta pantalla obtendremos los datos del chip gráfico, la memoria dedicada, la memoria del sistema y la memoria compartida del sistema.
Una alternativa para asegurarnos si la tarjeta de video es integrada, es recurrir al manual de la placa madre, o en el caso de que tengamos suficiente experiencia en la manipulación de Hardware, podremos abrir el equipo y verificarlo.
La hora de elegir una placa de video
Una vez pasadas las etapas anteriores, si tenemos decidido renovar nuestro equipo, o si nuestra placa ha perdido fluidez en las aplicaciones que solemos utilizar, podemos pensar en comprar una nueva.
En el caso de cambiar todo el equipo, si nuestras pretensiones pasan
principalmente por la utilizaciones de programas de oficina, navegar por
internet y leer correo electrónico, una placa madre con video integrado (onboard)
puede ser una buena solución.
Lo importante en estos casos, es asegurarnos que el motherboard cuente con un
slot, que nos permita agregar una nueva placa de video. Esto será útil si es un
día se nos presenta la necesidad de agregar potencia gráfica al equipo. Tengamos
en cuenta que si optamos por una solución integrada, la memoria de la placa de
video será tomada de la memoria RAM. Por tal motivo debemos asegurarnos que
tenemos suficiente RAM, si es que hacemos esta elección.
A la hora de sumergirnos en el mundo de las tarjetas gráficas, nos encontramos con los procesadores gráficos. En este sentido, podemos optar por los modelos pertenecientes a NVIDIA o a ATI. Estos procesadores gráficos, pueden ser implementados en la tarjeta gráfica por diferentes marcas, variando también la calidad y el precio.
Si deseamos actualizar nuestro equipo, podemos inclinarnos por una placa de video de gama baja. Aquí podremos optar por placas para slot AGP o PciE. En este caso, la elección dependerá del tipo de placa de video que admite nuestra placa madre. Para verificar este dato, podemos consultar en el sitio del fabricante, verificarlo en el manual o desarmando el equipo para si tenemos conocimiento.
Las tarjetas de video PciE logran mejor rendimientos que las AGP, pero si estamos actualizando solamente la placa de video, debemos elegir la que sea compatible con nuestra placa madre.
Una de las ventajas de este tipo de placas, es que pueden contar con su propia memoria, para no restar memoria RAM del sistema principal. En la actualidad se encuentran placas por buen precio que tienen 128 MB incorporados.
Si deseamos montar un pequeño cine en casa, o simplemente conectar la computadora a la televisión para ver videos, películas o pasar fotos, deberemos asegurarnos que la placa de video cuente con salida para TV (puede ser con ficha RCA o SVIDEO).
Si nuestro monitor es LCD y tiene entrada digital, debemos verificar que la tarjeta de video provea este tipo de salida (salida DVI).
Si deseamos jugar con juegos modernos, en este caso deberemos tener en cuenta
que los costos serán más elevados y las características de la placa de video
deberán estar acompañadas por una muy buena placa madre, una razonable cantidad
de memoria RAM (entre 1GB y 2GB) y un monitor LCD, de un tamaño y calidad acorde
a nuestras necesidades.
Centrándonos en la placa de video, debemos optar por modelos PciE, asegurándonos
que nuestro motherboard posea al menos un slot de este tipo. Esta tecnología es
mucho más robusta y rápida que los modelos onboard y los AGP.
En el rubro memoria es recomendable que tengan 512 MB. Otro factor fundamental es que soporten DirectX 10 vía hardware.
Podremos encontrar características más avanzadas, como el tipo de memoria que utiliza la tarjeta (es recomendable GDDR3), la velocidad del procesador gráfico y el bus de la memoria, entre otros detalles.
Las placas de video moderna pueden presentar una importante sistema para evitar sobrecalentamiento, incluyendo ventilador. Además pueden brindar múltiples salidas de video.
En síntesis, lo importante es adecuar nuestra elección a la necesidad específica que tengamos, siempre tratando de que esta opción nos dure un tiempo razonable. Pero también debemos tener en cuenta, a la hora de elegir, el costo que representa esta compra para nuestro bolsillo.