Los judíos de Rusia y
Polonia comenzaron a tener apellido por obligación y no por elección. Sucede que
éste bien tan preciado, del que muy pocos desearían prescindir, comenzó a ser
adoptado en las personas de esta religión (o cultura) un 9 de diciembre de 1804,
cuando un úkase (decreto) del zar ruso estableció que todos los residentes
judíos tenían la obligación de adoptar un apellido familiar, el cual debería ser
mantenido para siempre, con el propósito de ubicarlos más rápidamente.
Algo similar sucedió en
Polonia en 1821, donde una resolución del gobernador de por aquel entonces,
decretó que todos los judíos debían portar obligatoriamente un apellido. Por
supuesto, en ambos casos no podrían utilizar los que portaban los nobles, los
cristianos y las personas famosas, por lo que los judíos debieron inventar
apellidos que tuvieran relación con algunas características de sus vidas…
Muchos años más tarde, ya
en el siglo XX y durante la década del ‘90, el investigador ruso Alexander
Beider, quien actualmente se encuentra residiendo en París, confeccionó dos
diccionarios de apellidos judíos, para encontrar el origen de la conformación de
dichos apellidos. El primero, redactado en 1993, tuvo como objeto de
investigación a los judíos que vivieron durante el Imperio Ruso, y el segundo
realizado en 1996, a aquellos que vivieron en el Reino de Polonia.
Su trabajo se basó en los
censos efectuados en Rusia, que incluyeron a más de 50.000 votantes judíos y En
Polonia, que incluyeron casi 32.000, durante 1906, 1907 y 1912. Allí pudo
encontrar nueve tipos de conformación de estos apellidos:
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Por el origen
Con por ejemplo los
descendientes de los sacerdotes, kohanim (Kohen), o de sus ayudantes los levitas
(Levi), en el Templo de Jerusalén.
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Los rabínicos
Las familias rabínicas
siempre llevaron un muy detallado registro sobre sus familias, por lo que los
apellidos solían incluir el nombre de algunos de sus principales referentes
-
Los toponímicos
Son aquellos que derivan
de algún lugar específico, como una región, una ciudad o una villa.
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Por nombres masculinos
Aquí se cuentan los que
derivan de un nombre masculino muy reconocido durante la época bíblica, (más de
una vez están deformados fonéticamente), como por ejemplo Abraham
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Nombres femeninos
La misma situación
anterior, pero con nombres femeninos, o bien de los apodos de las mujeres.
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Por los oficios
Aquí se cuentan aquellos
derivados de los oficios que los judíos supieron tener. Generalmente formaban
tomando el vocablo que designaba el oficio, y agregándole algunas veces el
sufijo nik.
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Por las características personales
Por ejemplo Rudyj, que
significa pelirrojo.
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Inventados
Son aquellos que fueron
creados tomando como base algo que les interesaba, como por ejemplo un animal.
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Por acrónimos
Los mismos fueron
formados con abreviaturas de palabras hebreas o ídish.
Otras variantes
Además de la tipología
establecida por Beider, en algunos casos, también tuvieron un papel las
autoridades antisemitas locales asignando como apellido adjetivos peyorativos.
Según la
Asociación de Genealogía Judía de Argentina, también se pueden agregar a esta
lista aquellos formados por errores, y/o malas interpretaciones del apellido
real, y aquellos que se modificaron durante el período del mandato británico en
Palestina (y luego en Israel).