Las infecciones vaginales se caracterizan por picazón, flujo de mal olor o distinto al que se suele tener e incluso dolores pélvicos y fiebre. Los casos de reiteración son los que más abruman a las mujeres que ya no saben cómo dejar de ser expertas en el tema de las infecciones vaginales.
Sin embargo, con algunos consejos claves, se pueden evitar y si ya han aparecido los tan molestos gérmenes, tomar precauciones para que no quieran regresar jamás.
Una de las primeras medidas a tener en cuenta es la higiene personal. Sin embargo, hay que saber bien hasta dónde llegar con la limpieza de la zona vaginal ya que un aseo muy profundo suele ser contraproducente.
“Lo mejor es utilizar un jabón que se adapte al ph de la vagina. Bañarse de manera natural todo el cuerpo sin intentar limpiar la zona exhaustivamente ya que eso cambiará la humedad y ph habituales de la zona y va a contribuir a la proliferación de bacterias y estaremos fomentando un ambiente para que se reproduzcan los gérmenes cuando lo que queremos es justamente lo contrario”, comenta la ginecóloga argentina Verónica Lázaro.
EL uso de la adecuada ropa interior es otra condición importante para no tener infecciones, ya que aquella que no deja transpirar la piel, puede originar irritaciones y demás problemas que devienen en una infección difícil de liberarse.
El algodón permite que la zona transpire y la ventilación ahuyenta a los huéspedes indeseados. Cuanto menos sudor se tenga en la zona vaginal, menos ambiente para que se acomoden los virus, y aunque la lencería de algodón no es la más sexy, se aconseja que de manera habitual se la vista y que se reserve la lencería más fina para ocasiones especiales y no para uso cotidiano y durante las 24 horas.
Muchas mujeres se acostumbran a limpiarse mal la vulva luego de ir al baño. Es indispensable secarse desde delante hacia atrás para evitar arrastrar la contaminación de orina o heces.
Otro de los aspectos importantes y que suele ser ignorado es que la ingesta de antibióticos puede producir la aparición de hongos en el aparato genital femenino.
El organismo está expuesto a las bajas defensas y las bacterias se instalan con mayor facilidad. Si la mujer es propensa a experimentar reiteradas infecciones, lo mejor es acudir a un especialista que indique qué fármacos son los que facilitan la inserción de herpes, bacterias y demás hongos en el organismo.
Las enfermedades de transmisión sexual también son causa de infecciones vaginales. Si es el caso, lo que se debe hacer es que ambos miembros de la pareja se pongan en tratamiento.
“Esta es casi siempre la causa principal de una infección vaginal. Hay que entender que la vagina es como un zoológico donde hay animales sueltos. Si hay un animal diferente al habitual es que alguien lo ha colocado allí.
Lo que sucede es que los ginecólogos suelen decir que existe una infección e indican un tratamiento, pero no suelen comentar sobre lo que ha causado esa infección y en la mayoría de los casos no lo hacen porque es un tema delicado.
Siempre que existe una infección reiterada hay que poner la vista en las costumbres sexuales de sus integrantes porque lo que suele pasar es que el virus se va pasando de vagina en vagina”, comenta el especialista en medicina general, el español Julio Palomino, especialmente para www.enplenitud.com.
La vagina es un microambiente en donde cualquier alteración de su flora puede producir un cambio no deseado. Si las infecciones son reiteradas lo mejor es tratar en pareja el tema, acudiendo a un especialista.
En síntesis:
– Higienizarse adecuadamente con un jabón de pb neutro.
– Prestar atención a los antibióticos que se están ingiriendo (si es que se están consumiendo) ya que éstos pueden contribuir a la baja de las defensas y crear un ambiente propicio para la proliferación de gérmenes.
– Limpiarse debidamente la zona vaginal tras ir al baño
– Utilizar ropa íntima de algodón
– Si las infecciones son reiteradas, hay que consultar por un tratamiento en pareja.
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