Los
exámenes tipo test, suelen asustar a muchos estudiantes que se quedan bloqueados
al verse obligados a elegir entre varias opciones de respuesta.
La mayoría de los
alumnos creen que la clave para superar este tipo de exámenes está en el estudio
profundo de la asignatura y en analizar a fondo cada pregunta, sin embargo, la
investigación demuestra que para superarlos sólo hay que saber reconocer la
respuesta correcta y que para ello, el estudio es importante pero no
fundamental.
A
continuación se presentan doce estrategias que serán de mucha utilidad para
aquellos estudiantes que desean superar un exámen tipo test con éxito y que
además pueden ayudarlos a obtener la máxima calificación:
1.
Cuando se estudia para un exámen tipo test, es mejor hacerse un esquema básico
de todo el contenido que conocerlo en profundidad.
2. Se
debe acudir a la prueba con el estómago lleno, pero no repleto. El estrés que
provocan en el examinado este tipo de pruebas puede jugarle malas pasadas como
reducción de los niveles de
azúcar o dolores de estómago que seguro que
dificultarán el prestar atención al examen.
3. Hay
que visualizarse realizando la prueba antes de acudir al exámen y enfocarse en
la obtención de resultados positivos.
Los deportistas lo hacen antes de una
competición y los estudiantes también deberían hacerlo.
4. Es
recomendable leer todas las instrucciones cuidadosamente y volver a revisarlas
una vez que se haya terminado el exámen para comprobar que se han tenido en
cuenta a la hora de responder.
5. Es
muy útil hacer una lectura rápida del enunciado de las preguntas, sin mirar las
opciones de respuesta, y escribir los datos más significativos relacionados con
cada tema, como fechas, autores, etc.
6. Es
necesario contestar en primer lugar a todas las preguntas fáciles o aquellas
difíciles pero de las que se está seguro de responder de forma correcta.
7. Algo
que funciona es marcar las preguntas que se desconocen y dejarlas para más
tarde, ya que muchas veces, los examinadores cometen errores colocando la
respuesta de una pregunta en el enunciado de otra y el estudiante puede
aprovechar estos despistes para conseguir responder a preguntas que no
conoce o de cuyas respuestas no está seguro.
8. En
las preguntas en las que se tienen dudas, hay que detectar aquellas respuestas
que se sabe con absolutamente certeza que son erróneas.
De esta forma se
reducirá la presión que produce el tener que elegir entre cuatro o más opciones,
a sólo dos.
9. Las preguntas de respuestas dicotómicas o de verdadero-falso
suelen ser las favoritas de muchos profesores y puede ser muy complicado tratar
de responderlas.
En
ellas siempre habrá que fijarse si el enunciado de la pregunta expresa algo
verdadero
o falso para evitar confusiones a la hora de responder.
10. Si una pregunta utiliza un “no” en el enunciado, se debe convertir éste a
un enunciado afirmativo, con el fin de facilitar su comprensión.
11.
Siempre hay que tener en cuenta que las palabras que indican algo absoluto,
como: nunca, siempre, todo, sólo o ninguno; suelen ser utilizadas por los
profesores en las respuestas que son falsas.
12. Una vez que se crea que ya se ha terminado con la prueba, hay que
releerla de nuevo para estar seguros de que se contestó a todas las preguntas.
Es más, si es
posible, sería de mucha utilidad cubrir las respuestas con la mano
u otra hoja
de papel y volver a hacerse las preguntas tratando de dar la primera respuesta
que venga al cerebro, ya que según los investigadores del instituto Max Planck,
la decisión instintiva siempre es la mejor.
Estas son algunas
técnicas que facilitarán la resolución de exámenes tipo test. Por supuesto que
hay muchas más, pero poner en práctica estas estrategias ayudará a controlar la
conducta en situación de examen y dirigirla hacia el resultado esperado.
Las
personas que realizan los exámenes tipo test suelen perder mucho tiempo tratando
de adivinar la respuesta correcta, en vez de eso, hay que utilizar el cerebro
para controlar la situación de examen y así alcanzar el éxito de forma segura.
Por Jenny Guerra Hernández
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