Las tortugas de agua, son
uno de los animales más exóticos que se pueden tener un hogar. Sus diversos y
profundos colores, su textura, y sus huevos coloridos y de extraña forma, pueden
concitar la atención de las visitas.
Pero para criar una tortuga de agua, es
necesario contra con algunos conocimientos previos, puesto que sólo lograran
tener una larga vida si se las cuida correctamente.
En primer lugar, debe
saber que aquellas pequeñas tortuguitas de agua que usted compró en el acuario,
pueden llegar a crecer hasta desarrollar un tamaño similar al de un pie, por lo
que será necesario que le pueda proveer un espacio acorde.
Lo ideal, sería adquirir
hembras, puesto que los machos pueden ser más agresivos y se las ingenian mejor
para morder las manos de las personas. Es difícil diferenciarlas cuando son
jóvenes, pero por lo general las garras largas son una característica de los
machos.
Siempre se debe tener
cuidado al manipular estas tortugas, puesto que pueden ser portadoras de
salmonelas, bacterias que se contagian al ser humano, e incluso pueden ser
mortales para un bebé o una persona mayor.
Lávese siempre las manos
con mucha minuciosidad, después de manejar una tortuga de agua.
Las tortugas bebé son aún
más propensas a portar bacterias, por lo que en varios países del mundo está
directamente prohibido que sean adoptadas desde muy chicas, y generalmente,
deben ser por lo menos de tres o cuatro pulgadas de largo para poder ser
compradas o vendidas.
Estas tortugas requieren
de una pecera amplia y siempre limpia, puesto que crecen en poco tiempo, y
necesitan de mucho lugar para no estresarse.
Su crecimiento también depende de
la pecera que usted les proporcione. Una pecera de 10 o 20 galones, será
suficiente para dos o tres tortugas jóvenes. Sin embargo, después de algunos
años, necesitarán una pecera de unos 50 galones.
La pecera debe
conformarse de una bomba para dar oxigeno y hacer circular el agua, un
calentador para mantener el agua en cerca de 78 grados Fahrenheit, y una lámpara
que provea luz ultravioleta, que les será muy necesaria para su caparazón. El
agua debe ser cambiada por lo menos cada tres o cuatro meses.
Estas tortugas necesitan
ser alimentadas solo una o dos veces por semana. La mayoría de las veterinarias,
ofrecen alimentos especialmente preparados para las tortugas de agua. Lo ideal
sería que les dé de comer en un lavabo o una tina, para evitar que la pecera se
ensucie con los restos de alimento que queden esparcidos.
Si desea ahorrar algo de
dinero en este tipo de alimentos, también puede darles hamburguesa cruda y
comida para gatos húmeda. Por supuesto, estas tortugas también saben, por
instinto, alimentarse de los vegetales que haya o caigan en la pecera, así como
de los insectos que pasen cerca.
De todas formas, y si
bien estas dos opciones son válidas, lo ideal sería que la dieta principal de
las tortugas esté conformada por los alimentos especialmente preparados para
ella.