Tal vez si les hablo, de mi feliz infancia siempre acompañada de una hermana que
ya no esta, de mis miedos en las noches, mis juegos preferidos y las cicatrices
en mis piernas de tanto corretear, de mis vacaciones con mi abuela cerca del
mar, de unos padres inexpertos pretendiéndome cuidar, de unos piojos caprichosos
que no me dejaban en paz…
De
unos sueños empujados por llegar a madurar, de un primer beso esperado con
ansiedad, de ese príncipe queriendo pronto encontrar , de mis compañeros de
estudios que ya no sé dónde están; de mis confusiones de adolescente de no saber
dónde ir, qué hacer y qué pensar, de mis pantalones desgastados y mis cabellos
desgreñados, de un cigarrillo nunca saboreado; de canciones en inglés intentando
tararear, de mis días en la playa echada en la arena viendo las nubes pasar, del
gran día de una entrega total…
De
mi primer día de trabajo, de un jefe calvo y gordinflón siempre esperando en el
portal, de una vieja máquina escribiendo sin parar, papeles, números por
ordenar; mis tacones desgastados de tanto caminar, de un largo horario ansiosa
por terminar…
De
mis dibujos criticados según por no saber expresar, de un profesor bohemio
pretendiendo enseñar, de mis diseños por terminar, de unas manos creativas
buscando que crear…
De
mi viaje a tierras lejanas con tres maletas llenas de sueños por cargar, de un
montón de despedidas sin saborear, lágrimas, promesas de un pronto regresar; de
muchas oportunidades por buscar…
De
una inmensa ciudad diferente a mi cálida ciudad natal, de muchas metas prontas
por lograr, de millones de cabezas de muchos colores que van de aquí y allá, de
sueños frustrados y desilusiones queriendo enterrar, de una nueva lengua por
hablar…
De
una inmensa felicidad que no esperaba ser real, el llanto de un niño que te hace
despertar, unas lágrimas, mil sonrisas, unos dedos enredados en rizos de coral,
unos ojos pidiendo más y más, unas manos pequeñitas e inquietas queriendo tocar,
una inocencia, una caricia difícil de negar…
De
una nostalgia y un añorar, de un querer regresar, de palabras y nombres
olvidados buscando recordar…
De
una cesta llena de escritos tratando qué expresar, de inspiraciones repentinas,
postales por enviar y cartas que nunca llegaran…
De
un gran país, de playas transparentes, cielos muy azules y altas montañas
cubiertas por blancos cristales, de tepuyes que te quieren atrapar; de gente
bella y jovial soñando reencontrar…
De
una almohada… mi compañera de noches nostálgicas que no me deja concentrar.
Realmente no sé de que hablar…
Por Janette
Del Taller literario Mi Rincón
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