1. Ayude a su hijo a no procrastinar, advirtiéndole indirectamente o relatando formas específicas que usted haya aprendido de hacer frente a asuntos de importancia que haya tenido que soportar en su vida
2. Ayude a su hijo a ser más responsable sugiriéndole una lista, que pueda pegar en su habitación, de tareas a realizar. Deje un anotador cerca del teléfono para tomar mensajes, y continúe dándole sugerencias que lo ayuden a cumplir esas tareas.
3. Los adolescentes tienen más energía que los padres, pero generalmente se encuentran agotados por la sobrecarga de horarios y se sienten cansados física y mentalmente. Ayude a su hijo a organizar sus horarios, y si están sobrecargados, elimine los compromisos menos importantes.
4. Ayude a su hijo a asumir las responsabilidades por la vía del “una vez que empezaste” y el “que bien te vas a sentir después”.
5. A veces una tarea del hogar no justifica el conflicto. Usted es el padre: puede cancelar la tarea si lo desea. Es más fácil para usted hacerla usted mismo.
6. Los adolescentes necesitan espacio para su búsqueda personal y sus propias actividades. Déle “vacaciones” de sus tareas de vez en cuando.
7. Para motivarlo en la escuela, encuentre una manera de unir la tarea escolar que le asignaron con sus chances de realizar sus aspiraciones en el futuro
8. Para ayudar a su hijo a ser más considerado y más puntual, dígale en forma franca lo que le pasa por la mente cuando él llega tare (especialmente si lo hace sin avisar).
9. Ayude a su hijo a encontrar una motivación: todos tenemos una “zanahoria” que nos pondrá en movimiento, solo es cuestión de encontrar cual es la que le corresponde a cada uno.
10. Cuando su hijo se enrolla en actividades aparentemente “improductivas”, déle alternativas para ocupar su tiempo, pero sin perder de vista que los adolescentes necesitan cierto tiempo para hacer cosas que los satisfagan (aunque a usted le parezcan una pérdida de tiempo).
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