Una de las primeras sensaciones, que experimenta el ser humano, cuando esta en frente de un nuevo cambio en su vida, en cualquier área, sea académica, económica, política, sentimental, laboral, o de cualquier índole, es el miedo a lo desconocido.
El miedo a lo desconocido, la mayor parte de las veces, bloquea nuestras emociones, no podemos experimentar alegría, entusiasmo, ni regocijo por los cambios, aunque sean positivos, si representan una meta que nunca nos hemos propuesto alcanzar, un reto que amerita mayor constancia y esfuerzo, o cualquier otro cambio, sea positivo o negativo, que exija de nosotros algo que jamás hemos hecho, nos traerá mucho temor a lo desconocido.
Muchas veces creemos que el temor a lo desconocido, se experimenta, solamente en los momentos dolorosos y difíciles de la vida, pero no es así, muchas veces tenemos muchísimo temor incluso a cambios, que deberían representar alegría para nosotros, pero que no estaban incluidos en nuestros planes personales, pero por alguna razón externa, nos toca atravesar obligatoriamente por esos cambios, veamos algunos ejemplos:
- Cambio de Domicilio,
- Cambio de Colegio,
- Cambio de Cargo dentro de la empresa,
- Cambio de Religion, o grupo eclesiástico,
- Cambio de etapa de desarrollo (Ej. De Niño a Adolescente)
- Cambio de Estado Civil,
- Cambio de Nación,
Es sumamente necesario, empezar a trabajar en resolver ese temor, apenas pueda sentirse sus efectos, porque si de primer momento no se suprime ese temor, puede irse incrementando mas y mas, hasta bloquear a la persona, de manera que consciente o inconscientemente, se queda en una etapa neutral, que ni avance, ni retroceda, no ejecute ninguna acción ni a favor ni en contra, por lo tanto, se estanque y no alcance ninguna meta, ni propósito, ni logros.
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