Para darle el lugar que se merece, empezaremos como lo hacen los libros de otras disciplinas importantes. La palabra Astrología se compone de dos vocablos: astro y logía. Astro hace referencia a los cuerpos celestes que pueblan el espacio, y logía proviene de logos que significa tratado. De manera que la astrología es el tratado o estudio de los cuerpos celestes que hay en el firmamento, en este caso el sistema solar. Sin embargo, esta regular forma de definición se nos queda algo corta. Si nos conformamos con este significado, estaríamos diciendo que astrología y astronomía son lo mismo, y realmente no es así.
Si relacionamos astrología con la vida de los seres humanos estamos entrando en otra dimensión de significados. Porque la finalidad de la astrología debe ser ayudar al hombre en el desarrollo de su potencial como ser.
¿Es Ciencia? ¿Es Arte, la astrología?. Estas preguntas están en el aire desde siempre, pero con mayor énfasis a partir del Renacimiento, cuando paradójicamente el hombre dejó de ver al cielo en busca de respuestas, y trajo la perspectiva antropocéntrica en el desarrollo de la humanidad. Mientras más nos acercabamos al siglo de la luces, más debía haber una respuesta técnica a los fenómenos que envolvían a la humanidad. Este afán de ordenar racionalmente la vida, trajo consigo astrólogos que dedicaron a sistematizar y relacionar el significado de ciertas configuraciones celestes con los sucesos terrenales. Famoso es Michel de Gauquelin, por su trabajo en el cual pudo establecer cómo se repetían eventos que se asociaban a determinada configuración planetaria.
Diversos pueblos en geografías diferentes y tiempos distintos desarrollaron e hicieron uso de la astrología una vez descubrieron que hechos significativos en las vidas de sus pueblos y sus hombres se podían relacionar con el movimiento de los planetas en el cielo. Se consideraba que los planetas emitían una energía particular, la cual afectaba al ser humano en una faceta determinada. Esta concepción de la astrología se conoce como “enfoque causal”. Es decir, los planetas son los responsables de lo que le sucede al hombre. Este enfoque se basa en que si nosotros somos energía, la energía emitida por los planetas nos afecta.
Desde otra perspectiva se puede entender la astrología como un conjunto de símbolos que expresan sincronizadamente lo que viven las personas interna y externamente. Este concepto, tal vez el más aceptado actualmente, fue introducido por el Psicólogo Carl Gustav Jung, quien hizo uso de la astrología como herramienta importante en su actividad terapéutica con sus pacientes.
Se oye hablar de diversos tipos de astrología: mundial, espiritual, kármica, psicológica, horaria, etc. Sin embargo la diferencia principal radica en la forma en que el astrólogo interpreta los símbolos. La astrología mundial hace referencia a los sucesos que ocurren en el mundo, las naciones, los presidentes, los gobiernos, las riquezas naturales, etc. La astrología espiritual señala el crecimiento interior que puede derivarse de comprender que la astrología nos llama a entender que nuestro camino aquí en la Tierra, debe ser el del crecimiento espiritual, aún en este mundo material. Uno de los autores más destacados en este tema es Isabel M: Hickey autora del libro Astrología Espiritual. La Astrología Kármica nos muestra en la carta natal un esquema de lo que venimos a transformar en esta encarnación. Entiende los emplazamientos astrológicos natales como el punto de partida de lo que será el potencial a desarrollar en cada uno de los aspectos de nuestra vida. La Astrología Psicológica introducida principalmente por Dane Rudhyar y posteriormente la desarrollada por C:G: Jung, defiende el concepto del desarrollo de la personalidad como eje fundamental y principal de la astrología.
Rudhyar conceptualizaba que detrás de los símbolos astrológicos yacía un cuerpo teórico que permitía entender al hombre en su dimensión humana, y no solo mostraba acontecimientos de fatalidad o destino. Tal vez Jung hizo el aporte más importante al entendimiento astrológico humanista al desarrollar una teoría derivada de sus investigaciones y prácticas psicológicas que asociaba el lenguaje de los planetas con conceptos como la sincronicidad, el ying y yang, la sombra, los cuatro tipos psicológicos, la individuación, etc.
El instrumento básico de la astrología es la carta natal astrológica, el cual es un gráfico que muestra la posición de los planetas en el cielo relacionándolos con la hora, el lugar y la fecha del nacimiento de una persona. Este instrumento, único para cada persona, muestra el potencial de posibilidades para desarrollar en las diversas areas de la vida y en las distintas facetas del ser humano, y no un destino inevitable que hay que sufrir. Aquí entra el concepto del libre albedrío; el hombre viene con un gran mapa, pero es él quien decide por cuáles caminos recorrerlo. Por medio de la astrología, podemos conocer el carácter de las personas, de allí lo importante y útil de estudiar esta ciencia.
Para acceder a los conocimientos ancestrales que encierra la astrología es necesario entender que ésta es un lenguaje de símbolos. Este lenguaje de símbolos está conformado por cuatro factores: SIGNOS ZODIACALES, PLANETAS, CASAS Y ASPECTOS.
La Astrología se expresa mediante símbolos, y si queremos ser astrólogos, tenemos que aprender ese nuevo idioma. Cada signo tiene un planeta que lo rige y todos los signos y planetas tienen un símbolo, como se aprecia en el siguiente cuadro.
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