Cuando
se trata de hombres y mujeres en el trabajo, ¿existe alguna diferencia en el
tipo de trabajo que les gusta hacer?
Clasificamos
8 tareas habituales que se realizan en las
compañías:
-
Consultoría:
recolectar y transmitir información.
-
Innovación:
crear ideas y experimentar con ellas.
-
Promoción:
explorar y presentar oportunidades nuevas.
-
Desarrollo:
evaluar y planificar aplicaciones.
-
Organización:
acomodar y estructurar personas y recursos.
-
Producción:
asegurar una producción sistemática y regular.
-
Inspección:
controlar contratos y procedimientos.
-
Mantenimiento:
elevar estándares y calidad.
Después
de una investigación basada en que hombre y
mujeres empresarios
eligieran la
tarea preferida (13.000 encuestas), los resultados indican que no es verdad que
las mujeres prefieren tareas diferentes a la de los hombres. Por lo tanto, deberíamos
preguntar si quienes seleccionan están creando un prejuicio (¿?). No cabe duda
que en general, hay pocas diferencias entre las preferencias laborales de hombre
y mujeres, según los resultados de la encuesta. Pero ¿qué piensa usted?.
La
mujer ejecutiva de hoy debe poseer habilidades para ser eficiente en:
–
Delegar y dar autoridad.
–
Resolver en forma innovadora los problemas, mediante la toma de decisiones por
unanimidad.
–
Articular la visión, los valores, la filosofía y las metas.
–
Fomentar el trabajo en grupo con espíritu de cooperación y colaboración.
Las
tres áreas básicas de habilidades que una mujer debe desarrollar para ser más
eficiente son:
Habilidades
técnicas: El dominio de las herramientas, lenguaje y habilidades características
de una profesión, ya no son suficientes.
Habilidades
interpersonales: Se refiere a la habilidad para trabajar en grupo, con espíritu
de colaboración, cortesía y cooperación, respetando las necesidades de otras
personas para obtener objetivos comunes.
Habilidades
conceptuales: Se refiere a las habilidades para contemplar la organización
como un todo. Incluye la habilidad para coordinar e interpretar las ideas, los
conceptos y las practicas, y para analizar, predecir y planificar, viendo el
cuadro total.
Existen
algunos factores que muchas veces detienen a las mujeres en su desarrollo
profesional, como ser:
Falta
de modelos: Es muy bajo el porcentaje de mujeres que ocupan puestos
gerenciales (aunque el número va en ascenso).
Falta
de igualdad en los salarios: Todavía no existe una igualdad de remuneración
por posiciones iguales entre hombres y mujeres.
Discriminación:
Existen sin dudas hombres que solo promueven a otros hombres. En una encuesta
efectuada por la revista Fortune de 201 ejecutivos solo el 16% pensaba que era
MUY POSIBLE que una mujer lo sucediera como jefe ejecutivo en la próxima década.
Sensación
de aislamiento: Esta sensación es común entre las mujeres que ocupan
puestos de gerentes. A menudo son las únicas mujeres en una junta.
Estereotipos:
El estereotipo consiste en considerar a las mujeres como madres, hijas,
esposas o amigas, o categorizarlas como que son emotivas, con mal humor o
susceptibles.
El
efecto del techo de vidrio: Ann Morrison conceptualizó ésta idea en un
libro y se refiere a la barrera transparente o discriminación sutil contra las
mujeres que dice que el "techo de vidrio" impide a las mujeres a
llegar a puestos de dirección por el solo hecho de ser mujeres.
Muchas llegan
al techo de vidrio y una vez en ese nivel, se ven frustradas por la falta de
oportunidades de ascensos. En este punto muchas mujeres deciden aventurarse en
sus propios emprendimientos.
Fuente:
Emprendedoras.com
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