Los ejercicios siguientes son unos movimientos
que ayudarán a la esteticista a lograr
la agilidad de dedos y muñeca que tan
precisa es, tanto en el masaje facial como en
el masaje corporal.
Los ejercicios es conveniente efectuarlos unas
diez veces seguidas con las dos manos al mismo
tiempo.
El meñique, anular, medio e índice
se unen, uno a uno, al pulgar. Después,
se realiza este mismo movimiento a la inversa
empezando por el índice, medio, anular
y meñique. La finalidad de este ejercicio
es conseguir soltura y firmeza a la hora de
maquillar y dibujar finos trazos sobre zonas
pequeñas y delicadas.
Hay que practicar diariamente, alternando con
los demás ejercicios que también
explicamos en el siguiente apartado. Sólo
la constante práctica proporciona la
necesaria destreza. Dejar de practicar por creer
que son ejercicios fáciles es un error
que la alumna no debe cometer.
El ejercicio a continuación, también
muy sencillo, debe practicarse en cada sesión
a continuación del anterior, repitiéndolo
diez veces. Insistimos en la conveniencia de
practicar diariamente.
Con las yemas de la mano derecha unidas a las
de la mano izquierda, se debe hacer presión,
forzando los dedos para que lleguen a unirse,
hasta conseguir que las palmas de las manos
queden completamente juntas.
A continuación
pasamos al siguiente ejercicio, con las manos
unidas y los dedos ligeramente abiertos, se
irán despegando, uno por uno, primero
los pulgares, luego los anulares y así
hasta que sólo se toquen los meñiques,
luego vamos con los anulares, medios, índice
y pulgar hasta la muñeca. Estos movimientos
deben repetirse diez veces seguidas. Sólo
practicando diariamente se conseguirá
la destreza para realizar un correcto masaje
facial.
Situar las manos planas sobre una superficie
dura con los dedos ligeramente abiertos. Efectuar
círculos con las yemas de cada dedo en
dirección hacia fuera y procurar que
las manos no se muevan de sitio. Las articulaciones
de los dedos y de la muñeca adquirirán
una agilidad sorprendente. Flexionando ambas
manos, irán sobre sí mismas continuamente.
Se debe repetir este movimiento diez veces sin
parar . Así se consigue que las dos manos
giren una sobre otra.
Colocar las manos, lo más relajadas posibles
a la altura del pecho y con las palmas hacia
dentro. Se dejan caer con rapidez, primero la
derecha y luego la izquierda. Para finalizar
se realizará el ejercicio partiendo de
la posición inicial pero con las palmas
de las manos hacia fuera. Se mueven las muñecas
alternativamente hacia arriba y hacia abajo.
Por su sencillez y rapidez de ejecución,
todos estos movimientos pueden practicarse no
sólo en la cabina sino también
en casa, aprovechando cualquier tiempo libre
de que se disponga.
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