Los
colores que nos rodean ejercen una influencia
en nuestras sensaciones, pensamientos, sentimientos...
La cromoterapia enseña a utilizar la
proyección de la luz de los colores sobre
el cuerpo humano, obteniendo reacciones como
relajamiento, activación, fortalecimiento,
desbloqueo y proyectar una imagen o personalidad
en especial. Los colores provocan reacciones
en el cerebro y la conciencia y, de esta forma,
estimula los impulsos nerviosos creando reacciones,
en la mayoría de las ocasiones, subconscientes.
Hay afirmaciones de que el color influye en
el comportamiento y el humor de las personas,
y hay una relación entre las preferencias
en materia de colores y el carácter de
las personas.
Cuantos de ustedes
han experimentado una sensación de alegría
y asombro al ver un hermoso amanecer o se han
sentido tristes en un día nublado y gris?
Estos sentimientos son la reacción a
los colores. El color nos afecta porque es una
energía que tiene la capacidad de alterar
nuestra estructura bioquímica. La energía
que irradia del sol y que vemos como luz tiene
diferentes frecuencias vibratorias que percibimos
como los colores, por ejemplo, los observamos
en un arco iris en el cielo luego de una tormenta.
La historia relata
que en 1665 Isaac Newton, un joven estudiante
de física, estaba trabajando en su laboratorio.
Él observó que un haz de luz que
entraba en la habitación a través
de una pequeña abertura atravesó
un prisma sobre su escritorio. Del lado opuesto
del prisma apareció el espectro de colores,
lo cual le hizo deducir que la luz blanca debía
contener los colores del espectro. Para comprobar
su teoría, colocó un segundo prisma
invertido a seis pulgadas del primero. Cuando
los colores espectrales producidos por el primer
prisma atravesaron el segundo, apareció
de nuevo la luz blanca.
Las investigaciones
sobre la física, la bioquímica
y la psicología de los colores han revelado
fenómenos muy interesantes. En la Universidad
de Viena se realizaron diversos experimentos
exponiendo a muchas personas, con los ojos vendados
o ciegas, a la acción de luces de diferentes
colores. Todos reaccionaron de igual forma.
La luz blanca no provocó ninguna respuesta.
En cambio, las otras sí.
Sin que ninguno
pudiera verlas, la luz amarilla les hizo mover
inconscientemente los brazos; la roja los atrajo,
y la azul los repelió. De esto se deduce
que las sensaciones cromáticas no solo
entran en el organismo humano por la doble ventana
de los ojos. Debe existir otro aparato receptor
situado en la piel. Desde hace mucho tiempo,
se sabe que los ciegos detectan las vibraciones
de la luz mejor que quienes disfrutan de buena
vista, lo que hace suponer que tales vibraciones
actúan no solo sobre la sensibilidad,
el ritmo respiratorio y la presión sanguínea,
como ya es sabido, sino en muchas más
facetas de las que generalmente imaginamos.
La luz de diferentes
colores es una forma muy conocida como terapia
curativa y de alivio. Por ejemplo, la aplicación
de rayos ultravioleta para eliminar gérmenes
y bacterias, así como para calmar algún
dolor o inflamación en músculos.
Los rayos infrarrojos, activan la circulación,
alivian los dolores reumáticos y producen
una notable mejoría en los casos de artritis,
ciática, reumatismo y estrés.
Los colores
son herramientas muy útiles en muchas
formas; se puede crear determinado ambiente,
combinar la ropa y, a través de la terapia,
obtener ayuda para problemas físicos,
mentales o emocionales. Es de gran utilidad
conocer las propiedades e influencia que ejercen
los colores, para así combinarlos de
la forma mas adecuada.
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