Los colores del círculo se pueden agrupar en dos grandes grupos:
FRIOS del violeta al verde.
CÁLIDOS del amarillo al rojo.

Los fríos son negativos, tienen la propiedad de parecer alejarse del observador, mientras que lo contrario pasa con los cálidos, son positivos, por lo cual parecen acercarse al observador.

Aplicando este concepto a la decoración , quiere decir que si queremos que un ambiente parezca más alargado, debemos pintar una pared de fondo de tonos fríos. Y cuando queremos que un mueble parezca más grande, debemos pintarlo con colores cálidos.

Otra propiedad de los colores cálidos es que son más alegres y vivaces, mientras que los fríos son más serenos.