Claro que no. Fíjense bien, al menos para mí una cosa es amar sin mirar a quien, y otra cosa es enamorarse; para mi una cosa es el amor universal donde nos pueden devolver bofetadas y nosotros seguir tercos y seguir expresando actos de amor y otra cosa es tolerarlo como parte de un enamoramiento; par mí también es diferente el consejo de amar a tu enemigo…
Por una simple razón estos son consejos sociales y espirituales, y otra cosa muy diferen- te es hablar del acto de amor en el estado de enamoramiento.
En el enamoramiento sí esperamos que nos amen y que nos deseen y no solo eso, esperamos que se enamoren de nosotros en toda la plenitud de la palabra tal como lo estoy describiendo.
Nosotros somos seres biopsicoespirituales viviendo en un medio social. Y el acto de enamoramiento per se, incluye cuando menos al principio tan solo nuestras reacciones biológica y psicológicas. Posteriormente incluirán a las leyes sociales y espirituales.
Es decir buscamos la unión carnal emocional y cognitiva con nuestro ser amado, en esa unión nos fusionamos con él y esperamos que él reaccione igual con nosotros. Creo que esto es lo más básico.
Lo que hacen la religión y el estado es simplemente avalar nuestro enamoramiento, convirtiéndose en nuestros testigos.
La familia, la sociedad, el estado, la religión de cualquier tipo, nos pueden impedir u obligar a casarnos, pero jamás nos pueden impedir u obligar a enamorarnos.
Solo por mencionar dos ejemplos, por cierto nada sutiles, para que reflexionen sobre lo que acabo de decir.
Hay muchas historias de amor en la literatura, en canciones, en poemas, en novelas, en el cine, historias en donde a dos enamorados no les o no se permiten su unión por pertenecer a dos clases sociales diferentes, o incluso a religiones diferentes.
El enamoramiento es un estado amoroso totalmente individual e independiente de las normas sociales y espirituales. ¿Ahora si se entiende que el enamoramiento es un acto exclusivamente biológico-psicológico?
El enamoramiento se origina en el corazón y en el inconsciente, jamás en el intelecto consciente.
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