La capacidad total de este, la calculamos multiplicando el consumo medio diario obtenido (teniendo en cuenta el 20% de las perdidas), por el numero de días consecutivos que es previsible que la irradiación solar sea nula o insuficiente para nuestra instalación (para conocer los citados días de baja o nula irradiancia solar existen unas tablas dependiendo del lugar y el tipo de clima).
Una vez hallamos obtenido la capacidad de las baterías, o acumuladores la dividiremos por la tensión de suministro y
obtendremos el valor de la acumulación en amperios-hora, ya que esta es la unidad utilizada para referirnos a capacidades de acumulación.
En cuanto a los tipos de acumuladores o baterías que podemos encontrarnos, tenemos los más usados en este tipo de instalaciones que son los denominados “plomo-ácido”, que son los mismos que usan los vehículos. Estos son más económicos y nos los encontramos en dos variedades, los que tienen mantenimiento y los que están libres de este (preferiblemente estos últimos).
Por otro lado tenemos los denominados de ultima generación, que son los de “níquel-cadmio”, estos son más caros pero su durabilidad y prestaciones son mayores que los de plomo-ácido.
En el caso de no existir limitaciones económicas escogeríamos siempre los de níquel-cadmio.
6. Fotografías de baterías y acumuladores.
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