En esta primera
clase, veremos ejemplos de cómo se "lee"
e interpreta la escritura a partir de uno de
sus apectos básicos, la rapidez.
Escritura rápida:
Más de 150
letras por minutos. Movimientos ágiles.
Característica: Trazos espontáneos.
Unas letras se ligan con otras en trazos originales.
Los puntos o barras de T están corridos
hacia la derecha. La inclinación de la
letra es hacia la derecha. Cuando las letras
no tienen su forma completa o faltan letras
al final de las palabras.
Interpretación
actitudinal:
Gran vivacidad de adaptación y comprensión.
Poco rutinario. Necesidad de cambios permanentes.
Facilidad para aprender tareas o actividades
nuevas o desconocidas o poco tradicionales.
Dinamismo. Tolerancia a la ambigüedad.
Ansiedad. Inquietud. Apresuramiento.
Escritura Moderada
/ Pausada:
De 120 a 140 letras
por minuto. Ritmo mediano.
Característica: Dimensiones medianas.
Letras completas y bien formadas. No presenta
grandes desigualdades ni de espacio entre palabras
ni de tamaño.
Interpretación
actitudinal:
Persona observadora y reflexiva. Disfruta comprometiéndose
en lo que emprende. Buena memoria. Juicio sano
y sensato. Prudencia. Calma. Equilibrio. Poca
capacidad para soportar la ambigüedad y
para aceptar cambios continuos.
Escritura
Lenta:
Menos de 100 letras por minuto. Movimientos
pausados, monótonos.
Característica: trazos completos bien
terminados. Muy adornada. Rigurosamente caligráfica.
Muy grande o exagerada. Puntuación y
barras de T en el lugar justo o detrás.
Todo lo que demore o dé lentitud al escrito.
Interpretación
actitudinal:
Actividad mental tranquila y prudente. Observador.
Buen sentido de la ubicación y de la
medida. Bien conectado con la realidad. Cuenta
con sentido común. Emotividad débil.
Serenidad. Contemplación. Es poco impresionable
es decir que no se inquieta ante lo imprevisto.
Gusto por el reposo o las posiciones del cuerpo
cómodas.
|