La sorpresa generalizada ha sido
comprobar que la baba de caracol
contiene un complejo de sustancias
de acciones específicas sobre la piel,
en especial, trófica, reparadora,
antiséptica y exfoliante. De todo su
complejo contenido, las principales
sustancias activas son:
La alantoína.
Se ha comprobado que la alantoína
(químicamente la glioxil-diurea) es un estimulante de la
epitelización de la piel por estímulo de la proliferación
celular. Ayuda a eliminar los tejidos necróticos, inviables,
sustituyéndolos por tejidos nuevos. Otra de sus acciones es
actuar como anti-irritante, protegiendo la piel de la acción
de sustancias ácidas o alcalinas, jabones o aceites. La Food
and Drug Administración, la exigente Agencia de
comprobación de medicamentos americana, aprueba la
utilización de la alantoína en diversas indicaciones para el
mantenimiento del buen estado de la piel.
Proteínas y vitaminas, que el caracol obtiene a través de
su alimentación vegetal. Las proteínas contribuyen al buen
estado trófico de la piel, pero las vitaminas tienen, además,
propiedades antiinflamatorias, que en este caso potencia la
acción de los antibióticos naturales contenidos en el mismo
sustrato.
Antibióticos naturales:
Contenidos igualmente en la baba
de caracol, son sustancias capaces de actuar contra
bacterias presentes habitualmente en la piel, en especial la
Eschericia Coli, el Staphylococcus aureus, la Pseudomona
Aeruginosa y el Acné vulgaris, protegiendo de su infección.
Colágeno y elastina.
Estos dos importantes componentes
de la piel se encuentran también en la baba del caracol.
Ácido glicólico.
Una de las grandes novedades de la
cosmética ha sido la introducción de los hidroxiácidos, que
aplicados a la piel y según su concentración, pueden
producir desde una ligera descamación hasta un peeling
intenso. Uno de los más utilizados en la actualidad es elácido glicólico, que también está presente en la baba de
caracol a una concentración capaz de producir una suave
eliminación de las capas más superficiales de células
muertas, y promoviendo su sustitución por células
recientes, formadas bajo el estímulo de la alantoína.
El ácido glicólico.
por la eliminación de capas superficiales
de la piel, también mejora la situación de los folículos
pilosos, favoreciendo el paso a su través de las sustancias
aplicadas en la superficie.
Indicaciones
La principal indicación de la Elicina es el cuidado habitual de
la piel. En cosmética importa, sobre todo, la prevención del
envejecimiento, y esto se consigue manteniendo el nivel
adecuado de nutrición y de hidratación de la piel. También
importa la reparación de las lesiones elementales; en el
caracol, la Elicina repara las lesiones corporales y de la
concha; en la piel humana, los componentes de la Elicina
tienen ese efecto reparador que sana las lesiones
elementales, como se comprobó inicialmente con los
trabajadores en esta industria.
Pero además, la Elicina tiene un conjunto de indicaciones
cosméticas del mayor interés, siempre referidas a
rejuvenecimiento, trofismo y reparación. Indiquemos su
acción sobre arrugas y estrías, sobre cicatrices diversas,
como las del acné, en reparación de quemaduras, etc. Se
ha indicado su acción en queloides, en verrugas y en
normalización de manchas de la piel. Su campo de
actuación se va extendiendo, a medida que se conocen sus
efectos y se aplican en la clínica y en el cuidado doméstico.
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