El método consiste en ir alternando periodos de sugestión con periodos de silencio, que puede variar entre unos segundos y algunos minutos, durante el cual, se supone que el sujeto profundiza su estado de hipnosis por sí solo.
Conviene siempre prevenir al sujeto diciéndole que se le dejara de hablar mientras él continúa durmiendo profundamente. (Para que todo esto no le venga de forma inesperada.)
De cuando en cuando el hipnotizador le hará respirar, cada vez más profundamente, añadiendo que a cada nueva inspiración aumentará la sensación de sueño. Pueden establecerse gestos con el paciente, como, por ejemplo, tocarle la mano o el hombro, diciéndole que en ese momento se sumergirá en un sueño profundo y no oirá sonido ni ruido hasta que no se le toque nuevamente. Tales periodos no deben, sin embargo, alargarse demasiado (no superar los diez minutos cada vez), ya que, de lo contrario, hay peligro de que el sujeto pase del estado de hipnosis al sueño normal.
Método de profundización activa
Esta profundización la vamos a lograr haciéndole creer al sujeto que no controla su cuerpo. El desarrollo es el siguiente:
Se consigue de la forma acostumbrada. Primero con sugestiones de relajamiento y paz física y mental; luego con orden de concentrarse en las palabras del hipnotizador:
"Voy a acariciarte el brazo. Poco a poco notarás que pesa, que se vuelve cada vez más pesado, hasta tal punto que no eres capaz de moverlo. Contaré del uno al cinco, y cuando diga cinco, el brazo pesará tanto que de ninguna manera podrás levantarlo."
El hipnotizador cuenta lentamente, infundiendo sugestiones de pesadez. Llegado al cinco, levantará el brazo del sujeto dejándolo caer otra vez; si es incapaz de sostenerlo, significa que se encuentra en trance y que se puede proceder a una última profundización de este estado. Si se resiste y mantiene el brazo elevado, hay que empezar otra vez desde el principio, insistiendo en que en la segunda prueba sentirá el brazo mucho más pesado que en la primera.
Para conseguir la rigidez cataléptica, el hipnotizador eleva el brazo del sujeto colocándolo horizontalmente a la altura del hombro, y después de haberlo estirado ligeramente tres o cuatro veces, dice:
"Habrás notado que tu brazo se ha vuelto muy pesado, como el plomo. Se volverá de acero y duro como una piedra. Mientras yo lo acaricio, verás como esto se verifica, el brazo se hará rígido, los músculos se contraerán y se endurecerán."
El hipnotizador prosigue acariciando el brazo arriba y abajo, hasta que advierte que los músculos están rígidos efectivamente. Entonces continúa: "Mira, tu brazo está tan duro que es imposible doblarlo. Estoy probando, pero no lo consigo. Prueba tú también: ¿Ves? No se dobla".
Si también esta prueba es positiva, se añade:
"Ahora relájate completamente, relaja los músculos del brazo. El brazo ya no está duro, ya no es rígido, ni tampoco pesado. Todo es normal. Si yo quiero doblarlo, se dobla."
Y prosigue:
"¿Has visto como el brazo se puede doblar? Relaja todo el cuerpo y duerme profundamente, más profundamente que antes."
"Ahora duerme profundamente, cada vez más profundamente."
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