¿Has notado alguna vez que cuando te gusta alguien y eres por lo general amable con esa persona, no te importa (o puede que ni siquiera lo percates) si él o ella se para muy cerca tuyo? Pero si no te gusta alguien y esa persona se para muy cerca tuyo, podrías sentir que están invadiendo tu espacio. Todos tenemos un límite invisible que nos rodea directamente el cual es nuestro espacio personal.
En los 50, el investigador Edward Hall acuñó el terminó PROXEMICS para denominar a la ciencia detrás del cómo y por qué definimos el territorio a nuestro alrededor. La cantidad de espacio alrededor de la gente los hacen sentir bien más relajados o ansiosos. El estudio de la PROXEMICS encontró que la razón más común del por qué una persona le permite a alguien entrar a su espacio es debida a la atracción sexual.
Cuando las personas se sientes atraídas la una a la otra una de las primeras cosas que ellas hacen es entrar en el espacio personal del otro. Primero, al pararse al lado del otro, luego eventualmente moviéndose cara a cara. Si te sientes atraído por alguien y quieres comenzar con el lenguaje corporal sexy, lo primero que necesitas hacer es moverte cerca de esa persona. Pero, ¿qué tan cerca es lo suficientemente cerca, y qué tan cerca es demasiado cerca?
Las personas perciben una distancia que es apropiada para la relación que tienen, la cual de manera no verbal define cómo se sienten con respecto a esa persona. Si se sienten de la misma manera el uno al otro, ambos se posicionarán automáticamente con una cantidad de espacio entre ellos mutuamente aceptado.
Si uno de ellos está más interesado en el otro, entonces uno podría aproximarse más cerca que el otro, y pueden darse cuenta de sus problemas con el espacio. La persona que le corresponde a los sentimientos de la otra, cambiará, usualmente de manera no verbal y a menudo inconscientemente, la distancia entre ellos. (Si estas peleando y uno se aproxima demasiado cerca, la otra persona podría de hecho llegar a decir, "Quítate de mi vista")
La investigación realizada ha estimado las distancias que las personas dejan a su alrededor dependiendo de con quien están interactuando. El espacio personal parece abarcar entres dos y cuatro pies de largo.
Ésta es la medida típica de espacio que la mayoría de la gente deja entre ellos y sus amigos y familiares si están parados y se encuentran conversando. El espacio social tiene un alcance mayor, entre unos 4 y 10 pies, y es el espacio que la mayoría deja entre los socios comerciales y los extraños en áreas públicas (la parada de colectivo, por ejemplo). Finalmente, el espacio intimo abarca entre unas seis pulgadas y dos pies y probablemente incluya el tocarse, susurrarse o abrazarse.
Si alguien que no te gusta (o alguien con quien no tienes una relación personal cercana) se para en tu espacio intimo, entonces retrocederías, tratando de recobrar tu espacio social. O puede que te des vuelta para evitar que la otra persona invada tu límite invisible de espacio íntimo. ¡Nada es menos sexy que invadir el espacio del otro!
Si quieres acercarte a alguien que te atrae, haz lo siguiente:
Cuando te aproximas al espacio personal de alguien, muévete con elegancia y confianza. Piensa en una imagen de una película vieja como Cary Grant aproximándose a Deborah Kerr en Un Affaire para Recordar o Audrey Hepburn deslizándose por el suelo hacia Humphrey Bogar en Sabrina. Ponte erguido, orgulloso, con el pecho hacia afuera, los hombros derechos y la cabeza en alto.
Mientras te mueves hacia el espacio de la persona, aproxímate al principio desde un ángulo de 45 grados en lugar de ir directo. Ello hará que los otros se sientan más cómodos.
Mientras caminas por unos minutos, evalúa si la otra persona está tan interesada en ti como tu en él o ella para que puedas moverte un poco más cerca.
Estáte preparado para retroceder, sólo por las dudas. Sino, puedes moverte al siguiente paso: el posicionamiento del cuerpo.
Tip:
El espacio personal difiere según las culturas. En Arabia Saudita puedes llegar a estar nariz con nariz con un socio de negocios porque, en ese país, el espacio social se equipara con nuestro espacio íntimo. Si estuvieses en los Países Bajos, encontrarías que las personas se paran bastante apartadas entre sí, y tu serías el único moviéndote hacia los otros, porque su espacio personal se equipara a nuestro espacio social.
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