La disciplina, no puede estar sujeta a ningún cambio relacionado a los sentimientos, ni a las emociones, ni a los estados de humor.
Cuando la persona que impone las reglas y las formas de disciplinas en el hogar, se deja llevar por los sentimientos, termina obrando mal, porque su intervención de los sentimientos, la harán caer en la manipulación por parte del que debe ser disciplinado, o la llevara a imponer un castigo muy severo, o un castigo casi nulo, o no hacer nada al respecto y descuidar sus funciones al respecto.
Cuando usted impone la disciplina, debe saber que usted le ama, y dejárselo claro, pero debe actuar en función de hallar buenos resultados en su ser querido.
|
para descargar tu Certificado! |
|
|
|