Obviamente la disciplina, debe aplicársele al que incide en el error, muchas veces en el hogar, se les aplica la disciplina a todos, y muchas veces se aplica disciplina, por ira, molestia, fastidio o frustraciones, pero no porque en realidad alguien este incidiendo en un mismo error y no haya querido cambiar la conducta.
Muchas veces los niños, son disciplinados, por causas injustas, por torpezas que son propias de su edad; tales como se les cayo un vaso, se fue a sentar en un sitio y se tropezó, se llenó de alimento, repitió algo que escucho delante de alguien que no debía, etc.
Debemos tomar en cuenta, que hay errores que los niños, adolescentes y jóvenes cometen por ignorancia, por falta de práctica, por hacerle caso a sus instintos inocentes, etc. Y aunque es verdad que cometieron una falta, es necesario estudiar i el caso amerite disciplina, o requiere dársele una nueva oportunidad al niño, adolescente o joven, en vez de impartir castigos severos al instante.
La disciplina, solo debe aplicarse, cuando el niño, adolescente o joven, incide en realizar actos que le han sido prohibido hacer en el hogar, de no ser así el castigo podría ser injusto, por ello es necesario conocer de antemano, la intención, por la cual cayó en el error.
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