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Clase 10

10ª Lección: Masajes a medida que nuestro/a niño/a crece.

Gateo activo, 8 a 12 meses

Hacer un masaje en esta época de la vida de nuestros bebés, es realmente una gran aventura y todo un reto… nos encontramos con niños y niñas que han descubierto que tienen una gran movilidad y que ésta le aporta muchas cosas (investigación del entorno, juegos, ejercicios, etc…)

¿Cómo resistirse a estar quietos? Hemos de partir de algo primordial en todas las etapas del niño/a y su relación con el masaje: el respeto… hemos de respetar que no quieran estarse quietos o que no quieran recibir un masaje… ¿Cómo podremos entonces darles un masaje sino paran quietos/as?... la respuesta es sencilla, hemos de adaptar el masaje a sus necesidades.

Procuraremos que el masaje en esta etapa “tan movida”, sea para ellos/as un motivo más de juego, diversión e investigación… tendremos, para eso, que dar rienda suelta a nuestra creatividad.

En este momento no es posible hacer un masaje con una estructura, de modo que haremos el masaje en la zona que el/la niño/a nos muestre.

Podemos introducir canciones y juegos como complementos al masaje, lo cual hará que éste se vuelva un momento enriquecedor y agradable, tanto para el/la niño/a como para el papá y la mamá.

Caminadores, de 1 a 3 años

Esta es una etapa en la que los/as niños/as viven con gran intensidad sus emociones, entre ellos la dependencia/independencia. Hemos de saber respetar mucho este período, porque cualquier cosa que hagamos puede ser interpretada como un símbolo de “querer atarlos” y por lo tanto, van a intentar “escaparse” de aquello que le quiere marcar una dependencia.

Es por ello, que hemos de procurar darles masaje solo cuando ellos/as estén dispuestos/as a recibirlo, intentando siempre que no asocien éste como algo que le priva de su dependencia.

¿Cómo haremos esto?... podemos empezar buscando los momentos… por ejemplo, podemos empezar acariciando sus cabellos, arrascarles la espalda mientras vemos la televisión o mientras le contamos un cuento, etc… y de ahí mirar si podemos continuar dándoles un masaje… podemos, también, utilizar los juegos simbólicos que tanto les gustan… por ejemplo, podemos “jugar” a ir a la peluquería para hacernos un peinado nuevo, como excusa para masajear su cabeza, inventar juegos, utilizar elementos llamativos con los que hacer masaje, etc…

Edad preescolar, de 3 a 6 años

Cuando llega esta etapa, se vuelven más tranquilos, y generalmente son ellos los que nos piden el masaje… puede, incluso, que de forma “enmascarada” en un dolor de barriga o de cabeza… aprovechemos estos momentos, porque son preciosos.

Podemos aprovechar los momentos en que estén dispuestos al masaje, para que ellos nos masajeen a nosotros también. Ésto refuerza el vínculo entre los dos.

Tengamos en cuenta que es una edad en la que el crecimiento puede provocarles molestias, de modo que un masajito puede calmarles.

Edad escolar, de 6 a 12 años

A esta edad se vuelven muy independientes y suelen tener “otras prioridades”, puede incluso que rechacen el masaje (que no a nosotros/as)… hemos de aprender a respetarlos/as y no tomarnos como algo personal este rechazo.

Esta época pasará y volverán a reclamar el masaje.

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