Un estudio realmente sensible, que no tome en cuenta al otro, es decir a la o las personas sobre las cuales proyectas, es un estudio parcial e incompleto. Es tan solo un estudio científico más. Y ésta meta, no es de mi interés.
1- ¿Que sucede con el otro, con la pantalla, cuando tú opinas de él?
En éste caso no es una simple pantalla, es una pantalla viviente. Estas proyectando sobre un prójimo. Si tú atacas él se defiende o debiera defenderse. Cuando menos la reacción mas simple es pensar de ti o decirte que “tú eres un mentiroso”. Que lo que opinas de él no es cierto. Sobre todo cuando no es verdad lo que le estás enjaretando. Y de allí en adelante puede reaccionar de múltiples maneras hasta llegar a atacarte.
¿Qué haces tú cuando el otro proyecta sobre ti? O sí claro, por supuesto que uno puede a su vez servir de pantalla al otro.
2- ¿Y si le señalas la paja que trae? Es decir, sí es verdadero lo que tú dices de ésa persona.
La respuesta mínima es tan simple. ¿Qué haces tú cuando alguien te señala la paja que tú traes?: la primera reacción es ¡Negarlo! – (Que también es otro mecanismo de defensa, por cierto)
3.- ¿Y que pasa si le quieres colocar la viga que tú traes?
Si no lo sabes, la respuesta es muy fácil: entonces se honesto contigo, piensa y pon por escrito que haces tú cuando te colocan a ti una viga que no te corresponde. ¡Hazlo de verdad! Así te darás cuenta que haces tú cuando te lo hacen a ti, y que buscas hacerles tú, cuando tú lo haces.
¿Te das cuenta?.................
“La mejor manera de comprender al otro, es conocerte a ti mismo”
Con cariño y respeto.
Kaleb.
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Cristo en su momento y según las escrituras bíblicas habló y desenmascaró la tendencia a proyectar del ser humano, y lo hizo de una manera confrontadora, fuerte, directa, intensa. Habló así, con mucha intensidad sobre “el proceso” de la proyección.
Pero también habló de una manera suave, directa, diluyente, terapéutica, y confrontó “al contenido” de la proyección de una manera indirecta, con la finalidad de detener la mano ejecutante de la inclemente horda justiciera y despiadada.
Veamos ahora a autores diferentes que hablan sobre la proyección, uno con palabras fuertes, candentes, otro con palabras diluyentes. Y Otros ejemplos más que ayuden a diluir la ansiedad.
Si sientes odio hacia algo que está allí,
Ese algo eres tú mismo, aunque te sea difícil soportarlo.
Porque tú eres yo y yo soy tú.
Odias en mí mismo lo que desprecias en ti.
Te odias a ti mismo y crees que soy yo
Las proyecciones son de lo más endemoniado.
Te hacen trizas y te vuelven ciego.
Conviertes en montañas las pequeñas colinas,
Para justificar tu perjuicio.
Vuelve a tus sentidos. Velo con claridad.
Observa lo real, no tus pensamientos.
Fritz Perls.
El Maestro afirmaba que el mundo que ve
La mayor parte de las personas
No es el mundo de la realidad,
Sino un mundo creado por sus mentes.
Cuando un sabio quiso contradecirle.
El Maestro puso dos palos sobre el suelo
Formando lo que sabemos es la letra “T”, y le preguntó:
“¿Que ves allí?”...
La letra “T”, respondió el otro.
¡Lo que me suponía dijo el Maestro!:
¡No existe la letra T”!; la letra “T” no es más que un símbolo que hay en tu mente.
Lo que hay allí son dos pedazos de rama una junto a la otra.
Por lo general la realidad no es lo que es, (Nos aclara el Maestro)
Sino lo que nosotros hemos decidido que sea.
¿Es Usted Chilango?
Una ancianita nacida en la Ciudad de México viajaba en avión.
A su lado se encontraba un norteño de acá del norte...
Botas vaqueras, enchaquetado, el clásico sombrero......
Entonces se le queda mirando la anciana fijamente y le dice
“¿Oiga usted perdone... es usted chilango?
“No” le responde seco y amablemente el norteño... arreglándose el sombrero
Pocos minutos más tarde, ella vuelve a insistir: “¿Podría usted decirme, y perdone la molestia, es usted chilango?
“¡Le aseguro que no!”, responde él con tono mas fuerte...
La anciana, se queda escudriñándolo con su lupa ocular durante unos minutos
Y vuelve a la carga: “¿de verdad, no es usted chilango?....
Molesto el tipo, y ajustándose la chaqueta de cuero y arreglándose el bigote contesta ya airado, pero contenidamente: “¡Señora, ya le dije que no!”
La anciana se le queda viendo acusadoramente a los ojos y le dice: “Habría jurado que ¡usted es chilango!....”
Para acabar con tan enojosa situación, el norteño se baja de su caballo y hasta se quita el sombrero y le dice: ¡Está bien señora, si soy chilango!
Ahora ella termina de escudriñarlo, sacude la cabeza dudosamente y dice:
“Pues la verdad, es que no lo parece”
Primero sacamos nuestras conclusiones
Y luego hallamos la forma de llegar a ellas.
(Nos señala el Maestro)
Hasta en los proverbios chinos encontramos rastros de proyecciones
“Nunca se pierden los años que se quita una mujer...
Van a parar a cualquiera de sus amigas”
(Proverbio Chino)
Para mí el ser humano es en esencia, biológicamente, psicológicamente y espiritualmente bueno. Ésta idea es mía y hasta hoy nadie me la ha cambiado.
Finalmente
Hay una pregunta que espero ande rondando por su cabeza y es la siguiente ¿Qué hace que proyectemos?
Los mecanismos de defensa son parte de nuestros procesos psicológicos normales, y aparecen desde que se nace. Y la proyección es especial está regido por el principio de: “Lo bueno me quedo con él, lo malo lo expulso”
Comemos y lo bueno, lo nutritivo nos quedamos con el, lo que ya no sirve, lo malo, lo expulso”
Éste principio esta presente en cada una de las células de nuestro cuerpo. Es una ley de sobrevivencia. A medida que vamos creciendo, en meses y años como seres sociales y psicológicos, nos van educando y nos van señalando que es lo bueno y que es lo malo. De acuerdo a las normas familiares, culturales, religiosas, escolares, sociales, grupales y legales, por mencionar algunas.
Así que la respuesta en concreto a la pregunta ¿Qué hace que proyectemos? es: Nuestros introyectos. Y el estudio de la introyección es el tema de nuestra próxima plática.
Me retiro con lo que considero “Un Intento Filosófico de Proyección”:
Un hombre que tomaba el té con un amigo en un restaurante
Estaba mirando fija y detenidamente su taza.
De pronto dijo filosóficamente y con aspecto resignado:
“¡Ah, mi querido amigo, la vida es como una taza de té...!
El otro, como el niño chino de la tele, se quedó pensativo
Y tras considerarlo unos instantes, se quedó mirando fija y
Detenidamente su taza de té, y luego preguntó:
“¿Por qué?” “¿Porqué es la vida como una taza de té?”
“¿Cómo voy yo a saberlo?”, dijo el primero.
“¿Acaso soy yo un intelectual?”
Espero sus comentarios y preguntas directas. Éste no es un articulo para leer, es para estudiarlo y si fuera posible, para aplicárselo a sí mismos.
La misma petición, si ustedes consideran que a alguna de sus amistades le podría interesar leer este tipo de platicas, charlas o como gusten llamarlo. Envíenselo. No es ninguna cadena. No van a ganar nada. Como quiera ustedes son mis amistades y se aguantan con lo que yo les envío.
Para esos potenciales amigos:
Mi correo electrónico es
[email protected]
Dr. Pedro Cortines Hernández.
17 de Julio del 2007.
¡Les mando un beso y un abrazo!
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