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Tener hermanos, es todo una misteriosa experiencia, saber de que hay unos corazoncitos latiendo, cerca de nosotros, y nos pertenecen, son parte de nosotros, no hicimos nada para que existieran, viven cerca de nosotros, tienen un padre, o madre, ambos en común con nosotros, a menudo, tienen algo parecido a nosotros, tal vez voz, color de piel, tamaño, fisonomía, características físicas, emocionales, o en cualquier otro aspecto.
Tal vez, no son las mejores personas, según nosotros, tal vez, no hacen lo que quisiésemos que hicieran, ni son lo que quisiésemos que fueran, pero hay que amarlos, que aceptarlos, que permitirles disfrutar de nosotros, y permitirnos disfrutar de ellos, luego de nuestros padres, nuestros hermanos, son las siguientes personas mas importantes de nuestras vidas, antes de ser padres, abuelos, tíos, u otras cosas, casi siempre somos primeramente hermanos, quizás no llenan los requisitos que nosotros condicionamos para que sean nuestros hermanos favoritos, pero, que felices seríamos, si no nos pasáramos la vida, deseando que la gente dejen de ser quienes son, para convertirse en la replica de lo que queremos y deseamos que sean.
Nuestros hermanos, merecen ser queridos por nuestros padres, y por nosotros, somos su principal familia, y no podemos pasar la vida, maltratándolos, rechazándolos, peleando con ellos, y rompiendo nuestras relaciones, si sus dos principales nexos, “padres y hermanos” le aborrecen, pasarán toda una vida siendo aborrecidos, pero si solo estamos allí para aceptarlos, como son, con sus virtudes y defectos, amarlos, apoyarlos, siendo un hombro donde apoyarse en momentos oscuros de la vida, estamos sembrando felicidad en nuestro hogar, en nuestras vidas y en las vidas de ellos, de nuestros sobrinos y de nuestros hijos, que a su vez, serán sus sobrinos.
Debemos aprender a tener valores humanos, valores familiares, y valores afectivos, nuestra principal familia, debe ser querida, amada, apreciada y valorada por nosotros, es nuestro compromiso, hacerlos felices, sean mayores que nosotros o menores, sepan darnos afectos a no.
Aprende a valorar a tus hermanos, si no les valora, nada ni nadie garantiza de que valore a alguien, o a algo mas en la vida. No importa si se han criado contigo o no, si son hijos de tus ambos padres o de solo uno, ámalos, quiérelos, valóralos, y sobretodo respétalos, como son, no importa si te gusta o no. Ellos también tienen su propio valor.
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