El orgullo es una de las cosas que no sabemos perder tan fácilmente, y a veces podemos
perder lo que sea, pero nuestro orgullo nadie no los quita, pero a veces las personas, no saben distinguir entre lo que es amor propio, y lo que es egocentrismo, y parte de este orgullo propio, puede ser parte de un amor propio, o de un egocentrismo verdadero, es por ello, que a veces, debemos estar dispuesto a poner de vez en cuando nuestro orgullo al lado, sobretodo, cuando se trata de conservar relaciones, tanto de amistad, familiares, de pareja, laborales, académicas, y de cualquier índole.
Las personas mas orgullosas, terminan solas, porque por orgullo. No se permiten ser corregidas, ser enseñadas, recibir consejos, ayudas, criticas constructivas, y hasta exhortaciones fuertes, pero a veces esas cosas son necesarias porque nos ayudan a crecer como personas, y si no aprendemos a ser corregidos, a admitir nuestros errores, a ser a veces criticados, no vamos a crecer, ni madurar, ni desarrollarnos como personas, porque mas bien, nuestro propio orgullo y arrogancia, nos va a hacer creer cada día, de que somos nosotros los que tenemos la razón, y siempre nos vamos a quedar estancados, al margen de la realidad, y viviendo en nuestro propio mundo, ignorando la realidad de la vida, y sin comprender de que todos los seres humanos nos necesitamos, nos debemos amar, comprender, y dejar enseñar y corregir por otros, para poder crecer en la vida, el orgullo, a veces no nos deja ver la vida como realmente es, sino nos hace hundirnos y sumergirnos en nuestros propios conceptos, paradigmas, y puntos de vistas, muchas veces errados.
Si quieres crecer como persona, aprender a poner de vez en cuando el orgullo de lado, y aunque parezca que pierdes, te darás cuenta de que ganas!
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