Hay ambientes, que se prestan, para que los niños se enfermen, estos ambientes deben ser bien precisados, y evitar que el niño, tenga acceso a esos ambientes, en el menor lapso de tiempo posible.
Ambientes que pueden crear la oportunidad para que el niño se enferme:

• Lugares donde hay mucho polvo y humedad,
• Lugares donde se está construyendo o haciendo reparaciones de albañilería,
• Lugares donde hay muchas mascotas o animales de otro índole,
• Lugares donde hay demasiada corriente de aire,
• Lugares donde hay aguas negras estancadas,
• Lugares donde hay mucha contaminación de los suelos,
• Lugares donde hay demasiada exposición a los rayos solares,
• Lugares donde hay pacientes con enfermedades contagiosas,
• Lugares infectados por virus en el ambiente,
• Lugares donde hay muchas oportunidades de que estén las plagas, entre otros.

Los adultos, deben conocer cuáles son los ambientes, en los que los niños corren el riesgo de enfermarse, y evitar estar allí, con los niños.  Hay enfermedades que pueden evitarse, si el adulto toma consciencia, de que los niños están más propensos a enfermarse, muchas veces, hasta en ambientes, que parecen a simple vista, que no son factores de riesgos para ellos.
Cuando los niños son expuestos a ambientes desfavorables, pueden presentar síntomas muy lamentables, que pueden hasta llegar a convertirse en enfermedades de larga duración:

• Problemas respiratorios (Bronquitis, Neumonía, asma, etc.)
• Problemas estomacales (Diarrea, amibiasis, etc.)
• Problemas cutáneos y capilares (Manchas, Alergias, Picadas infectadas, Sarna, Quemaduras, etc.)